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Castillo de Turégano

El Castillo de Turégano es un buen ejemplo de fortificación tardomedieval del siglo XV, es uno de los monumentos españoles más originales por ser defensivo-religioso.

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El Castillo de Turégano es un buen ejemplo de fortificación tardomedieval del siglo XV. Es un conjunto  que conserva en su interior una Iglesia del románico tardío de los siglos XII y XIII que quedó dentro de la estructura defensiva, anterior al castillo que vemos hoy;  la Torre del Homenaje se construyó encima del ábside de la iglesia y su campanario quedó metido totalmente dentro de sus entrañas. En el exterior de la fortificación se conservan  los restos del antiguo recinto musulmán con torres construidas con tapial.

El Castillo de Turégano, se encuentra situado en lo alto de un cerro desde donde se puede ver la villa  con su plaza, y donde anteriormente estaba situado un barrio de viviendas que se piensa eran del siglo XII. El Castillo está considerado como uno de los monumentos españoles más originales por ser defensivo-religioso a la vez y es de los pocos ejemplos que quedan de una estructura de tres partes. El conjunto de castillo-iglesia o iglesia-castillo fue declarado Monumento Histórico Artístico  el 3 de junio de 1931.

La villa junto con su Castillo fueron a partir del siglo XII propiedad de la Iglesia desde que la reina Dª Urraca se lo donara al obispo de Segovia, el escudo episcopal se puede ver en diferentes lugares de la fortaleza. La actual construcción defensiva fue una iniciativa del obispo Juan Arias Dávila. Hoy podemos ver el escudo episcopal en varios lugares del exterior de la fortaleza.

El castillo es de planta rectangular y tiene dos recintos amurallados. El primer recinto, tiene una altura claramente inferior y cuenta con su camino de ronda. En la parte superior del parapeto se encuentran las almenas donde podemos ver dos saeteras defensivas. Esta primera muralla situada sobre una loma se encuentra rodeada por un  foso, y contaba además con cuatro poderosas torres circulares. Anteriormente se accedía al Castillo por una puerta con un balcón defensivo y por dos torres. Se utilizaba la forma circular para que al impactar los proyectiles se provocaran menos daños. La defensa de la entrada se completaba con tres grandes agujeros encima de la puerta para lanzar desde ellos objetos y líquidos. El castillo presenta una puerta de acceso secundaria para recibir ayuda o escapar sin ser visto, esta era bastante frecuente en las fortificaciones medievales.

El templo de San Miguel de Turégano debió recibir algunos añadidos y alteraciones a partir del siglo XIII aunque no es hasta la segunda mitad del XV cuando el edificio religioso original sufre transformaciones importantes  rodeando la antigua iglesia y ocultándola exteriormente, por este motivo el Castillo no dispones de patio de armas, ya que en su lugar está la Iglesia. Durante el siglo XVI se modifica el frontis de acceso a la iglesia y las dos torres situadas a los lados. En 1703 una enorme espadaña barroca es colocada en el muro meridional del recinto interior.

El segundo recinto, también es rectangular, en un extremo tiene una Torre  Homenaje muy grande construida sobre la cabecera y el campanario entre los siglos XV y XVI, que constituye un castillo en sí misma, el acceso a ella se hace por una puerta muy elevada, la torre aparece recorrida en toda su extensión por balcones defensivos. En el otro extremo tiene una muralla donde se ven seis torres macizas y circulares. El conjunto está sobre la iglesia románica de tres naves y ábside. En este segundo recinto, la parte de arriba de las naves del edificio religioso quedaría a modo de patio de armas. Esta parte es de una gran belleza con motivos arquitectónicos propios de los Palacios de finales de la Edad Media. Las torres circulares tienen arriba bolas de decoración de finales de siglo XV. Hay una panorámica interesante desde ellas, además la Torre del Homenaje presenta tres cuerpos exteriores con unas terrazas, uno principal más alto y dos laterales más bajos, éstos a su vez situados ligeramente por encima del resto de torres circulares.

Una vez sorteada la puerta de acceso elevada hay un pequeño puesto defensivo delante de la puerta y una tronera con un recodo que obliga a sortearlo por un lateral; repitiéndose en un segundo tramo de escaleras con otra defensa de un balcón con tronera. A partir de ahí entraríamos en la sala principal del castillo, compuesta de chimenea y una ventana pequeña como mirador. Desde aquí se puede acceder al resto de la torre, con varias salas laterales y otras dos por encima, todas tienen mirador y solo algunas tienen chimenea.

Para subir a las salas superiores nos encontramos con un tramo de escalera de caracol de una gran belleza, aquí se conservan restos románicos de la iglesia.  Para acceder a la otra terraza  tienes que hacerlo a través de un pasadizo entre las dos que en su origen  tenía dos puertas, hoy en día solo podemos ver los agujeros de la tranca y los ejes de las mismas. Las terrazas tienen unos canales para evacuar la lluvia,  esculpidos en la piedra a modo de canalón. La torre principal fue en su día donde mejor refugio se podía encontrar en caso de ataque, por sus salas estanco en forma de laberinto.

Esta estructura estuvo destinada a vivienda de los obispos, sus sirvientes y guardias para que los agresores sufrieran el ataque por sorpresa de sus defensores. En la actualidad nos encontramos con estancias nobles en buen estado de conservación.

Bibliografía, Créditos y menciones

Fotografías propiedad de Santiago Leis Hernando

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