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Ermita de Santa María la Antigua

La ermita de Santa María la Antigua fue construida en el siglo XIII en honor de Santa María Magdalena es el templo mudéjar más antiguo de toda la Comunidad de Madrid

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La ermita de Santa María la Antigua está ubicada en Carabanchel muy cerca de la antigua cárcel,  justo en la entrada del cementerio de la localidad, en concreto al final de la Calle Monseñor Oscar Romero. Fue construida en el siglo XIII en honor de Santa María Magdalena y en la actualidad es utilizada como capilla del cementerio.

Tiene el honor de ser el templo mudéjar más antiguo de toda la Comunidad de Madrid, y también es la única ermita románica-mudéjar completa de la comunidad y un ejemplo de arquitectura de ladrillo mudéjar en la Capital, junto con San Nicolás de los Servitas y San Pedro el Viejo.

Originalmente fue la parroquia del pueblo de Carabanchel pero en el siglo XV pasó a ser ermita.

El edificio es de estilo románico-mudéjar de planta rectangular, mide 12,20 m de largo por  9,85 de ancho y en su cabecera tiene un ábside semicircular de mampostería unido a la nave por dos tramos rectos y orientado al levante, característica de la arquitectura románica, y un presbiterio. La ventana del ábside es de ladrillo con forma ojival. Está edificada sobre una antigua villa romana datada entre  los siglos II y III. Junto al ábside se encuentra la sacristía, un pequeño edificio barroco, edificado con motivo de la canonización de San Isidro en el año 1622.

La portada es de ladrillo con tres arcos concéntricos, el segundo lobulado  y enmarcado por un alfiz, característica del arte mudéjar. Sobre el tercer arco tiene una decoración horizontal, formada por una fila de ladrillos en esquinilla y otra en sardinel. Junto a la portada del templo hay un gran contrafuerte.

Cuenta con una  torre de planta rectangular realizada en mampostería y ladrillo que acaba en un cuerpo donde se alojan dos campanas,  mide 5,70 m de largo, 2,25 de ancho y 20 de alto.

En su interior se conserva el techo de madera original, de origen medieval, con pinturas al temple de esa época con castillos, imágenes heráldicas, figuras geométricas, pinturas que cuentan los milagros de San Isidro. A los pies del templo se sitúa el coro apoyado en 24 vigas paralelas, todo ello ejecutado en madera, decorada con pintura, perdida en numerosas zonas.

El retablo es barroco del siglo XVI y en la hornacina central hay una copia de la imagen de origen medieval de Nuestra Señora de la Antigua que desapareció en 1936.

Según la tradición, San Isidro, patrón de Madrid, venía a rezar con bastante frecuencia a este mismo lugar. Antes de la construcción de esta ermita.

En el interior de la ermita, bajo la escalera que conduce al coro, se encontró un pozo del que cuenta la tradición que San Isidro Labrador abrevaba allí los bueyes de su arado. El Santo murió en el año 1172, así que es de suponer que a ermita fue construida posteriormente respetando la existencia del pozo.

Fue declarada Monumento-Artístico de interés provincial en 1981 y restaurada en 1998 por la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid.

Posteriormente fue restaurada en el año 2002 por la Comunidad de Madrid recuperando todo su valor y esplendor histórico.

Milagro del Lobo

Cuenta la primera biografía de San Isidro que el santo entró un día en la ermita la entonces llamada iglesia de Santa María Magdalena para rezar, y protagonizó un milagro. Unos niños le advirtieron de que a las afueras de la ermita un lobo estaba merodeando con intención de matar a su burro.

San Isidro les contestó: "Id en paz, hágase la voluntad de Dios". Concluida la oración, el santo salió de la iglesia para ver lo ocurrido. Encontró muerto al lobo e ileso al burro. San Isidro regresó al interior a dar gracias a Dios, que "por su misericordia salva a los hombres y a los jumentos".

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