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Iglesia de San Miguel / castillo de Fraga
La iglesia de San Miguel es una construcción gótica que data de finales del siglo XIII y principios del XIV.
Antiguamente estaba amurallada y era iglesia y cementerio. Cumplió sus funciones religiosas hasta las Guerras Carlistas, momento en el que sirvió como fortín o recinto defensivo por estar situada en un punto estratégico, el lugar más alto de la ciudad. Por este motivo, desde ese momento, este emplazamiento recibe el nombre de “ Lo Castell”, sin nunca haberlo sido.
Entre 1914 y 1932 la construcción sirvió como residencia del pintor Miguel Viladrich, muy interesado en la cultura e indumentaria Fragatina. El Ayuntamiento de la ciudad le cedió el edificio para que llevara a cabo el proyecto de convertir la iglesia en un Museo de Costumbres e Indumentaria, tarea que no pudo llevar a cabo, puesto que al inicio de la Guerra Civil Española se exilió a Argentina, país en el que siguió su vida hasta su fallecimiento en 1956. Durante los años en los que él y su familia residieron en la iglesia de San Miguel, su estructura original sufrió alguna modificación.
Actualmente, la antigua iglesia gótica ha sido encerrada en una nueva construcción obra del arquitecto José Manuel Pérez la Torre, con el fin de preservarla y adaptarla a los nuevos usos, actos públicos, espectáculos, bodas….
Formada por una sola nave cubierta con techumbre a doble vértice que se apoya en cuatro arcos apuntalados cuyas claves están esculpidas con motivos que aluden a la Salvación del Hombre.
Lecturas de las claves:
• Figura de Jesús Majestad, sentado en el trono con el halo de santidad en la cabeza, que representa a Cristo triunfante preparado para salvar al mundo y proclamar los evangelios.
• Figura de San Miguel, a quien se le atribuye belleza y pureza, representa el envío de Dios para la salvación y la lucha contra Satanás.
• Rosetón, decorado con motivos vegetales y relacionado con el resto de la decoración de la iglesia. Incluye el elemento de esperanza al mensaje.
• Figura del Cordero Pascual, que simboliza el sacrifico de Cristo, muerto para salvarnos.
Es característico de esta construcción gótica que las columnas están incrustadas en el muro y no están situadas en el medio de la nave.
Alrededor de la nave se abren 8 capillas rectangulares, 4 a un lado y 4 al otro, separadas así mismo por cuatro arcos, siendo las situadas al lado de la entrada diferentes al resto: la de la izquierda destacan por ser más grandes y las de la derecha más pequeñas por tener una torre a la que se accede por medio de una escalera de caracol.
De la decoración escultórica conservada, aparte de las claves, destacan también las ménsulas en forma de pirámides invertidas y truncadas con decoración vegetal y motivos animales y los escudos que se pueden observar en algunas de las capillas.