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Iglesia de Santiago

La iglesia de Santiago y San Juan Bautista comenzó su edificación en 1811 por orden de José Bonaparte y el arquitecto de la obra fue Juan Antonio Cuervo.

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La iglesia de Santiago y San Juan Bautista es conocida popularmente como iglesia de Santiago.

 

Es una iglesia de medianas dimensiones, situada muy cerca del Palacio Real. El edificio actual data del siglo XIX. La antigua iglesia de  Santiago fue derribada como consecuencia del ensanche de la plaza de Oriente, que mando ejecutar José Bonaparte conoció con el apodo de Pepe Botella y también como El rey plazuelas, con relación  a las numerosas obras de ordenamiento y construcción de plazas que realizo en Madrid durante su reinado. El edificio es obra del arquitecto Juan Antonio Cuervo.

 

La iglesia fue derribada en el año 1810 por orden del rey José I, que quería tener a toda costa espacios diáfanos alrededor del Palacio Real y casi inmediatamente en 1811 comenzaron las obras de edificación del templo actual, heredero de las dos parroquias desaparecidas (iglesia de San Juan Bautista y la de Santiago). Aunque se hizo de nueva planta, fueron trasladadas al edificio muchas de las obras destacadas de las antiguas iglesias, aunque desgraciadamente se perdió la sepultura de Velázquez, enterrado en la desaparecida iglesia de san Juan.

 

El edificio es austero, construido con ladrillo y granito. Cuenta con una gran cúpula central sin tambor. La fachada sencilla está adornada por un friso de triglifos, el cuerpo superior presenta un ventanal en arco que se trasdosa en el remate. Sobre la entrada, se halla el relieve de Santiago Matamoros, en la legendaria batalla de Clavijo, cerca de Logroño, donde el Apóstol Santiago apareció en el cielo, sobre su caballo blanco, para ayudar a las tropas cristianas de Don Ramiro, rey de Asturias, en el año 845. En las ventanas del cuerpo inferior aparecen conchas de vieiras características de los peregrinos del camino de Santiago y cruces de la Orden de Santiago.

 

El interior presenta planta de cruz griega irregular, con un gran espacio central coronado por la cúpula, y presbiterio semicircular. Cuenta con algunas de las mejores obras de las dos iglesias precedentes. Destacando en el altar mayor, la pintura de Santiago Matamoros obra de  Francisco Ricci, que presidía la iglesia derribada por José Bonaparte.

 

Entre las columnas del retablo están situadas las esculturas de los cuatro Padres de la Iglesia:

  • San Agustín (356-430), obispo de Hipona y fundador de los agustinos
  • San Jerónimo (347-420), fundador de los jerónimos y traductor de la Biblia al latín
  • San Gregorio I Magno (540-604), creador del Canto Gregoriano
  • San Ambrosio (340-397), arzobispo de Milán que ayudó a la conversión de San Agustín.

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