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Plaza de la Villa, Madrid

La Plaza de la Villa tiene su origen en el siglo XV cuando Enrique IV de Castilla le otorga a la Ciudad de Madrid el título de Noble y Leal Villa.

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La Plaza de la Villa  es uno de los conjuntos monumentales mejor conservados de Madrid. El nombre tiene su origen en el siglo XV cuando Enrique IV de Castilla le otorga a la Ciudad de Madrid el título de Noble y Leal Villa. Está situada en el casco histórico de Madrid, junto a la calle Mayor, y cerca de la Puerta del Sol y en ella hasta hace poco estaba el Ayuntamiento de la ciudad. En ella tienen su origen tres pequeñas calles, correspondientes al trazado medieval de la ciudad: la de Madrid, la del Codo y la del Cordón.

Es la antigua Plaza de San Salvador ya que se encuentra delante de la Iglesia del mismo nombre que estaba en la calle Mayor, en el pórtico se hicieron los primeros plenos del Ayuntamiento, hoy en día se la recuerda por una lápida en el mismo sitio donde se levantaba la Iglesia, a la altura del número 70.

Alrededor hay tres edificios de gran valor histórico-artístico, la  Casa y Torre de Lujanes,  en la cara oriental de la plaza hoy  sede  de la Academia de Ciencias Morales y Políticas de Madrid. La Casa de la Villa  de estilo Barroco y la Casa Cisneros, un palacio de estilo plateresco.

A la derecha de la plaza se encuentra la casa de Juan de Acuña, marqués del Valle, donde vivía el Duque de Osuna, D. Pedro Girón. En este solar más tarde de levantaría la casa Consistorial y después la Casa de la Villa sede durante siglos del Ayuntamiento de Madrid.

En el centro de la Plaza se encontraba una fuente llamada la Fuente de la Villa que desapareció por la estatua de Carlos V y que finalmente se sustituyó por la del Almirante Marino D. Álvaro de Bazán. La estatua hecha en bronce por Mariano Benlliure está situada en el ángulo cercano al antiguo Ayuntamiento y actualmente está rodeada por un parterre lleno de bonitas flores de temporada. El pedestal obra de Miguel Aguado es de mármol gris y en el hay una inscripción que Lope de Vega dedica al Almirante.

La Plaza de la Villa en su día fue uno de los núcleos principales del Madrid medieval, al estar entre los dos accesos más importantes de la ciudad la Puerta de Guadalajara y  la puerta de la Vega. Es uno de los rincones más bellos de la ciudad de Madrid.

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