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El actual Mausoleo de los Amantes de Teruel se inaugura durante el mes de septiembre del año 2005. El edificio diseñado por el arquitecto Alejandro Cañada, dispone de diferentes salas expositivas con las cuales se acercar al visitante a la Historia de los famosos Amantes. Consta de tres plantas y una superficie total expositiva de 350 metros cuadrados. Las instalaciones están dotadas de una pequeña biblioteca, aula didáctica, salas expositivas y despachos para la gestión administrativa.
Es uno de los monumentos funerarios más famosos de España, en él yacen las momias de Juan de Marcilla e Isabel de Segura, dos jóvenes que vivieron en el Teruel del siglo XIII y que protagonizaron una historia de amor digna de leyenda. Sus momias fueron descubiertas en el año 1555, en el transcurso de unas obras llevadas a cabo en la iglesia de San Pedro, aparecieron los cuerpos de dos jóvenes, enterrados juntos, inmediatamente fueron considerados por la tradición popular como los restos de los Amantes de Teruel. Pero no es hasta el año 1619 y gracias al hallazgo de un documento fechado en el siglo XIV, titulado historia de los Amantes de Teruel, cuando se confirmaran tanto los hechos, como la identidad de los cuerpos hallados.
Cuenta la leyenda que los dos jóvenes se enamoraron siendo muy jóvenes. Isabel, era hija de un rico vecino de Teruel y Juan, carecía de bienes motivo por el cual no podía tomar por esposa a la chica. Aunque Juan pidió matrimonio a Isabel, ésta se negó debido a la oposición de su padre. Por ese motivo Juan se unió como soldado de fortuna a las tropas cristianas que luchaban contra la invasión musulmana con la promesa de volver rico y ella le esperaría por un periodo de cinco años.
Durante esos cinco años el padre de Isabel quiso casar a la niña, pero ella se negó. Cumplido el plazo y a la edad de 20 años se casó con otro hombre. Poco tiempo después Juan regresó y le pidió un beso, pero ella se negó, alegando que estaba casada y se debía a su marido. El joven insistió pero la chica volvió a negárselo, y en ese momento, Juan cayó muerto de dolor.
Durante el velatorio del chico ella se acercó al cadáver y al darle el beso que le negó en vida, murió cayendo su cuerpo encima del de Juan.
El peregrinar de las momias comenzó con su descubrimiento en el año 1555 en una capilla de la iglesia de San Pedro, donde permanecieron visibles hasta el año 1578, en el que fueron enterradas de nuevo en la capilla de San Cosme y San Damián de la misma iglesia por orden del obispo de Teruel don Andrés Santos.
Posteriormente el notario Yagüe de Salas, mandó desenterrar los cuerpos y levantó acta notarial de los mismos así como de toda la historia.
Durante el siglo XVII los cuerpos pudieron ser visitados en la misma iglesia de San Pedro, hasta que finalmente se decidió guardarlos en un armario fuera de la iglesia.
Fue a comienzos del siglo XVIII cuando, al hacerse populares, fueron trasladados de nuevo a un anexo de la iglesia de San Pedro colocándolos esta vez en un panteón. El turolense Policarpio Serrano realizo un el templete de madera que acogería de nuevo los restos, en una sala del claustro de la iglesia de San Pedro, hasta el año 1902 en que fueron depositados en dos nuevos sarcófagos de madera tallada y con tapa de cristal.
Durante la guerra civil, las momias fueron trasladadas a los sótanos del convento de las Carmelitas de Teruel para su custodia y finalizada la contienda fueron devueltas a su anterior ubicación.
En el año 1955, año del IV centenario del descubrimiento de las momias, el diario LUCHA de la ciudad de Teruel comenzó una campaña a nivel nacional con el fin de recaudar fondos para la construcción de un mausoleo. La campaña no tuvo el éxito esperado pero consiguió que Juan de Ávalos visitara la ciudad. Al contemplar el horrendo espectáculo que ofrecían las momias, se comprometió a realizar un mausoleo digno. Pocos meses después regaló a la ciudad de Teruel su maravillosa obra: el mausoleo de alabastro y bronce en el que actualmente reposan los restos de Diego de Marcilla e Isabel de Segura cuyas manos no llegan a rozarse en símbolo de un amor no culminado.
La Fundación Amantes de Teruel comenzó su andadura en el año 1998 con el propósito de mantener y difundir las tradiciones relacionadas con la historia de Los Amantes de Teruel. En la actualidad gestiona el Mausoleo, así como la Iglesia y Torre de San Pedro, situadas junto a dicho inmueble.
El edificio está dividido en la siguiente forma:
SECTOR I. El Amor en tiempos difíciles. Se explican las características sociales, políticas y culturales que rodearon los acontecimientos en el Teruel de principios del siglo XIII.
SECTOR II. La Historia de los Amantes. Aquí se cuenta el relato de los hechos que acaecieron en 1217 en Teruel entre Juan Martínez de Marcilla e Isabel de Segura. También se habla del debate histórico que este relato ha generado a través de los siglos.
SECTOR III. Los Amantes, fuente de inspiración. Sector destinado a explicar la influencia de los Amantes en el mundo de las artes (literatura, teatro, música, pintura, escultura…) a lo largo de la historia.
SECTOR IV. El Reposo de los Amantes. Aquí se encuentra el Mausoleo de los Amantes, obra del escultor Juan de Ávalos.
SECTOR V. Otros Amantes. En este sector se recuerdan los relatos de otros amores trágicos o poco afortunados cuya historia ha trascendido a lo largo del tiempo.
SECTOR VI. La Cripta. Se encuentra bajo el Mausoleo y en ella se explica cómo se llevó a cabo el hallazgo de las momias, así como el emplazamiento que han tenido a lo largo del tiempo.
La historia ha servido como inspiración de escritores como Tirso de Molina o Juan Eugenio Hartzenbusch, músicos como Tomás Bretón o pintores como Muñoz Degraín.
23:56 05/09/2013
anda que la liaron parda por un no beso :D
me encnata la historia aunque tenga ese final,si hubiera terminado bien nadie los conoceria :)
Carmen