Monasterio de Moreruela

Desde Granja de Moreruela (Zamora) se toma una desviación de 3,7 Km hasta llegar a las impresionantes ruinas del monasterio. Existe indicación.

Las solitarias ruinas del Monasterio de Santa María de Moreruela son de las más impresionantes del Románico español que siguen en pie. Las dimensiones de lo que queda del antiguo cenobio evidencian lo que debió ser en sus mejores tiempos. Si se tiene suerte de visitarlas en un día de niebla, el efecto es fantasmagórico.

Historia 

En 1132, se instala definitivamente en el monasterio una comunidad de monjes, que abraza muy pronto la reforma cisterciense. Alfonso VII el Emperador, que deseaba colonizar la tierra de nadie de la cuenca del Duero, le pide al mismísimo San Bernardo que le envíe alguno de sus aguerridos acólitos. En 1143, el rey castellano hace donación del monasterio a los cistercienses.

Descripción

Del antiguo complejo monástico sólo queda en pie hoy día la cabecera y parte del transepto de la iglesia y algunos muros de las naves y dependencias adyacentes. El edificio debió ser de enorme tamaño, a juzgar por el ábside semicircular con amplio presbiterio rodeado de deambulatorio que externamente corresponde a siete capillas radiales.

Las ocho grandes columnas del deambulatorio centran nuestra atención. Sobre ellas se sitúan arquillos apuntados, y sobre ellos, en un nivel superior, siete grandes ventanales. La bóveda que cubre el transepto se de medio cañón y de ojivas la del deambulatorio.

Se conserva también parte del brazo meridional del transepto con una puerta hoy ciega, de tres arquivoltas de medio punto. El brazo septentrional conserva la bóveda de medio cañón.

De las propias dependencias monásticas se conservan el refectorio, de bajos pilares y grandes columnas adosadas lateralmente y algunos tramos de la sala capitular.

La grandiosidad de lo que fue el monasterio de Moreruela se ve simplemente con observar los restos de la obra que quedan en pie. Fue, sin lugar a dudas, una obra de envergadura excepcional, para la que no se ahorró en gastos de ningún tipo. Santa María de Moreruela se construyó en una época en la que con moldes románicos se quería expresar un entendimiento de Dios, del mundo y del arte, interrelacionados de una manera diferente de lo que había sido hasta entonces. El Císter está presente sobre toda la edificación, con su sobriedad ornamental, los capiteles exclusivamente de temática vegetal, para no distraer a los feligreses, y una leve agudización de sus arcos, que preludian el majestuoso arte gótico, pero aún quedaba por apuntalar el arte cisterciense en todo su esplendor, que vendría después.

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Bibliografía, Créditos y menciones