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El Palacio de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza es un típico palacio renacentista aragonés conocido como Casa de Miguel Donlope o de la Real Maestranza de Caballería por servir de sede a esta Corporación zaragozana.
Fue construido durante la tercera y cuarta década del siglo XVI y es un claro ejemplo de casa-palacio aragonesa. Lo mandó edificar Don Miguel Donlope, un notable jurista, perteneciente a una importante familia aragonesa oriunda de Montmesa (Huesca), que ostentó el cargo de abogado de la Cuidad, lo que le convertía en uno de los personajes más influyentes y con mayor poder de Zaragoza. Gracias a esta posición privilegiada, eligió la ubicación de su palacio en la zona noble de la ciudad justo detrás de la Seo.
La estética de la fachada muestra los elementos nuevos de las fachadas renacentistas del siglo XVI, más evolucionadas que en periodos anteriores. Es de destacar el mirador, típico de los palacios aragoneses, y el alero, uno de los más espectaculares de los palacios aragoneses, obra del fustero Jaime Fanegas.
Al cruzar el zaguán, aparece el típico patio aragonés con columnas jónicas en la planta baja y toscanas en la principal. En el patio nace la escalera claustral que llega hasta la galería superior. Una de las piezas más importantes del palacio es su techumbre cupular de la caja de la escalera, magnífica pieza realizada en madera por el fustero Bernat Giner. Tres son los salones que destacan, utilizados por la Real Maestranza para sus reuniones. Uno de estos salones conserva el espectacular tapiz de San Jorge de principios del siglo XVI, que recoge la leyenda del santo y del dragón.
Fue en 1835 cuando la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza se asienta definitivamente en el palacio de Donlope, tras la destrucción de su anterior sede, el Palacio de la Diputación del Reino, y ser adquirido en propiedad por la Real Maestranza a la familia Jordán de Urries en 1912.
El Palacio fue declarado Monumento Nacional en 1931y la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza, es una de las instituciones más antiguas de Aragón y como corporación nobiliaria, además de cumplir con sus fines estatutarios, ejerce una importante labor de promoción cultural en la ciudad de Zaragoza.
