- Actividades
- Periodo Histórico
- Comunidades
¡Instala rutas con historia!
El Palacio de Santa Bárbara también es conocido como Palacio del Conde de Villagonzalo está situado en la Calle Hortaleza 87, cercano a la Plaza de Santa Bárbara, donde se encontraba ubicado el Convento del mismo nombre, que desapareció en el año 1836 con la desamortización eclesiástica de Mendizábal.
El Palacio fue construido por el arquitecto Juan de Madrazo y Kuntz, en el año 1866. Es uno de los ejemplos más notorios de la influencia del arquitecto francés Viollet-le- Duc en Madrid. Al mismo tiempo es uno de los pocos ejemplos de palacios madrileños que responde a la corriente racionalista de la segunda mitad del siglo XIX, denominada arquitectura isabelina. Se construyo por encargo directo del Conde de Villagonzalo que lo habitó hasta finales del siglo XIX.
El edificio es de planta trapezoidal, adaptado a la forma de la parcela, el palacio está organizado alrededor de un pequeño patio central también de forma trapezoidal. Debido a la diferencia de nivel entre Santa Bárbara y Mejía Lequeríca, el edificio dispone de una planta baja en Mejía Lequeríca que en la actualidad está ocupada por una ferretería con mucha solera. En el exterior destacan el ladrillo, la piedra tallada, las rejas, los miradores de hierro en las esquinas y los aleros en madera tallada.
En el extremo más estrecho que se asoma a la plaza de Santa Bárbara se encuentra la entrada bajo un bonito pórtico sobre el cual hay un balcón rodeado de una zona ajardinada.En la actualidad parte del Palacio Santa Bárbara es alquilado para realizar todo tipo de eventos (presentaciones, cenas, cócteles, conferencias, sesiones fotográficas) Dispone de 450 m2 distribuidos en 6 luminosos salones. La planta baja cuenta con dos salones de 41 m2 y otros dos salones de 35m2. Se accede a la planta superior mediante una escalera de mármol con lucernario de cristal. En esta planta se encuentra el salón principal de 85 m2 el cual se comunica con dos salones anexos de 35m2 cada uno. Los salones se pueden personalizar y adaptar fácilmente a cada evento.
El edificio ha sufrido dos grandes reformas en el año 1916 por Antonio Ferreras y en el año 1932 por Ignacio de Aldama.
