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León Gil de Palacio es un ingeniero y cartógrafo militar nacido en la ciudad de Barcelona en el año 1788 y muerto en Segovia en 1849, conocido por sus estudios geodésicos en el año 1830 de una maqueta o modelo topográfico a escala 1:432 de Madrid, siendo director del Real Gabinete de Estudios Topográficos en el Casón del Buen Retiro.
Desgraciadamente el plano original con el que fue realizada se ha perdido. La maqueta de León Gil es uno de los documentos cartográficos más relevantes de principios del siglo XIX.
Esta magnífica maqueta la podemos ver en el Museo de Historia de Madrid desde el año 2012, ubicado en la C/ Fuencarral, 78 en el edificio barroco del antiguo Hospicio obra de Pedro de Ribera. León Gil de Palacio realizó otras maquetas y tuvo una buena carrera militar llegando a ser en 1843 Brigadier de Infantería.
Esta maqueta llamada también Modelo de Madrid, es un vivo mapa de la ciudad en tres dimensiones. Es una de las principales maquetas del mundo por su perfección y por la abundante información tanto urbana como topográfica que contiene.
Se realizó en madera de chopo y está elevada a un metro sobre el suelo. Tiene 3,50 metros de ancho, por otros 5,20 metros de largo; abarca toda la ciudad con los límites que tenía en el año 1830 su escala es de 1: 864. La ciudad de Madrid en aquel momento tenía unas 1.200 hectáreas, por la zona norte lo que hoy es la glorieta de Quevedo, y por el sur la basílica de Nuestra Señora de Atocha, más o menos 4 kilómetros. Al Oeste por el Palacio Real y al Este por el paseo del Prado, unos 3,5 kilómetros.
La maqueta se halla está expuesta el interior de una urna rectangular acristalada, por lo que podemos disfrutar de los numerosos y pequeños detalles de lo que era la ciudad de Madrid en aquella época.
Aparece tapiada con una cerca o muralla continua con 17 puertas con un perímetro de 12,5 km y 67 plazas y plazoletas. En ese momento estaba compuesta de de 200.000 habitantes, que vivían en aproximadamente ocho mil casas, estas están distribuidas en 540 manzanas.
Para realizar la maqueta, León Gil de Palacio divisó la ciudad de Madrid desde la atalaya de la Torre de Santa Cruz; contemplando desde ahí cien conventos, huertas, fuentes, espadañas, chapiteles, en definitiva todos los rincones de la ciudad.
León Gil de Palacio se documentó para realizarla en varias Planimetrías de Madrid, alzadas en 1750 y 1769 respectivamente y le ayudó un equipo de topógrafos y carpinteros tardando 23 meses en construirla con madera de chopo aserrada con sierra de vaivén. Se componía de sus diez grandes piezas, dejando inmortaliza la ciudad para disfrute posterior de todo el que la visita. La maqueta con 164 años se conserva en muy buenas condiciones gracias a los elementos utilizados, contiene madera, resina, estaño y plomo. Para su realización los maquetistas utilizaron “las herramientas del relojero”, limas, minitaladros, alicates y unas brocas muy pequeñas, lijas de agua y fresas. Con esto se efectúa el encolado, pintura y enlucido de las piezas, así como su ensamblaje y, de terciarse, un graduado desgaste que los especialistas obtienen aplicando un pincel seco; el envejecimiento se logra con pinturas denominadas "desentonantes.
Observando la maqueta desde una planta alta del museo el espectador se deleita entre olivares, islas que bañan el rio, arroyos de una ciudad de gran belleza. Merece la pena contemplarlo.