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Delimitada por la Catedral, el Pazo de Raxoi (Palacio de Rajoy), el Hostal dos Reis Católicos (Hostal de los Reyes Católicos), el Pazo de Xelmírez (Palacio de Gelmírez) y el Colexio de San Xerome (Colegio de San Gerónimo), en ella encontramos la síntesis de los cuatro símbolos de la vida de la ciudad.
En el este la Iglesia, representada por la majestuosa e imponente Catedral. Enfrente el gobierno municipal con el Pazo de Raxoi. En el sur la Universidad, que ha marcado la vida cultural de la ciudad en los últimos 500 años, cuyo rectorado ocupa el Colegio de San Xerome y finalmente en el norte, el Hostal de los Reyes Católicos, hoy Parador Nacional, símbolo de la hospitalidad que la ciudad brinda a los peregrinos.
El nombre de la plaza nace de los “obradoiros” o talleres de los canteros que trabajaron en este lugar durante la construcción de la fachada de la Catedral, utilizando el amplio espacio para almacenar los materiales para su edificación.
Un giro de 360º permite apreciar la presencia de distintos estilos arquitectónicos surgidos en más de 700 años de construcción: barroco en la fachada de la Catedral, neoclásico en el Pazo de Raxoi, gótico de transición en el Hostal de los Reyes Católicos y renacentista en el Colegio de San Xerome. Diferentes estilos que lejos de desentonar consiguen una gran armonía. De hecho, en todos los edificios de la Plaza está representada la figura del Apóstol Santiago, aunque de diferentes formas: como guerrero montado en su caballo blanco en la fachada del Pazo de Raxoi, como santo peregrino en la fachada de la Catedral y en el Colegio de San Xerome y en el Hostal de los Reyes Católicos aparece dos veces, como Apóstol en el friso y con vieira y bastón de caminante en la parte superior.
El pavimento de la Plaza, pese a su aspecto antiguo fue quizás la última obra, ya que hasta bien entrado el S.XX sólo poseía los pasillos radiales en forma de estrella por los que caminaba la gente. En el punto donde confluyen se halla una modesta placa considerada por los peregrinos como el kilómetro 0, el punto de llegada de todos los caminos que conducen al Apóstol. En dicha placa podemos leer que el Consejo de Europa declara en 1987 al Camino de Santiago “Primer itinerario cultural europeo”. Esta distinción se suma a la declaración de la UNESCO que reconoció a la ciudad como Patrimonio de la Humanidad en 1985.
Antes de centrarnos en la Catedral daremos una breve pincelada de cada uno de los edificios presentes en la Plaza.
COLEGIO DE SAN XEROME
De todas las construcciones de la plaza, este es el edifico más pequeño, en el lado sur. Era el llamado Estudio Viejo, edificio renacentista fundado en el S. XVI por el arzobispo Fonseca III para albergar a estudiantes pobres.
Peña de Toro inicia en 1656 las obras de este edificio de proporciones y factura sencillas realizado en sillería de granito. Toma como base un gran rectángulo y ordena la construcción en torno a un patio interior con pilastras que sostienen arcos de medio punto. La fachada principal, orientada a la plaza del Obradoiro, se compone de dos plantas. En la inferior se abren la portada tardo - gótica que procede de un viejo hospital de peregrinos y las ventanas de sencilla ornamentación.
La portada, ricamente decorada, y presidida por el escudo de Fonseca, presenta las imágenes de Santiago, S. Juan y S. Francisco a la izquierda, y las de S. Pedro, S. Pablo y S. Mauro a la derecha. Presiden la arquivolta las representaciones de Sta. Ana, la Virgen y el Niño.
En la actualidad alberga el Rectorado de la Universidad.
PAZO DE RAXOI
La más moderna de las construcciones del Obradoiro (finales del siglo XVIII)
Fue edificado por mandato del arzobispo Bartolomé de Raxoi y Losada.
Edificio neoclásico que en principio estaba destinado a ser seminario de confesores, además de cárcel civil y eclesiástica.
La fachada principal, la que da a la Plaza, presenta un esquema simétrico, con un elegante soportal que dota al edificio de una marcada horizontalidad. Se ordena a través de un frontón central triangular y dos frontones semicirculares laterales, que descansan sobre columnas gigantes de orden jónico.
El relieve del tímpano central está realizado en mármol blanco y describe la batalla de Clavijo, primera contienda en la que según la leyenda se apareció a los reyes cristianos la figura del Apóstol guerrero para ayudarles a combatir la invasión del Islam. Coronando el edificio, la estatua ecuestre de Santiago.
Actualmente es sede del Ayuntamiento de Santiago y de la Presidencia de la Xunta de Galicia.
HOSTAL DE LOS REYES CATÓLICOS
Es el antiguo Hospital Real, hospital patrocinado por los Reyes Católicos (su construcción la ordenaron en su única visita a Galicia) y edificado a principios del S. XVI, concretamente en el año 1501, para atender a los enfermos y peregrinos del divino Xacobe, según se puede leer en la inscripción latina que recorre el friso superior de la portada.
A lo largo de su historia, el edificio ha tenido diversas funcionalidades, todas ellas vinculadas con la peregrinación de los fieles devotos del Apóstol Santiago.
Una de las particularidades del Hospital es que tenía jurisdicción propia, de ahí que delante de la fachada podamos ver una fuerte cadena del siglo XVI sostenida por pilares esmeradamente tallados que delimita la propiedad del hospital y que tiene su
origen en las disputas de propiedad entre el Ayuntamiento y las autoridades del Hospital. Quien sobrepasase las cadenas estaría bajo el mandato del administrador y nadie, salvo su administrador o en última instancia los Reyes o el Papa tenían potestad sobre él.
El proyecto de la construcción del edificio se debe al arquitecto real Enrique Egas.
Arquitectónicamente hablando destaca en la fachada la portada plateresca.
En las pilastras de esta portada podemos ver de abajo arriba, las figuras de Adán, Santa Catalina y San Juan Bautista en la izquierda y las de Eva, Santa Lucía y María Magdalena en la derecha. En el friso de la puerta, estructurada a modo de arco triunfal romano aparecen alineadas las figuras de los doce apóstoles. En las pechinas sobre el arco podemos ver los medallones que recogen los bustos de los reyes Isabel y Fernando.
Sobre el friso, en el cuerpo superior se abre la ventana del Aposento Real, reservado para hospedar a los monarcas cuando acudieran a Compostela y flanqueada por las imágenes de Cristo, la Virgen, Santiago, San Juan Evangelista, San Pedro y San Pablo. Dos grandes escudos flanquean la portada, con las armas de Castilla y a sus flancos, la cruz en un círculo que es el emblema del Hospital
Recorriendo todo el frente del edificio vemos los balcones diseñados por fray Tomás Alonso y añadidos en el S.XVII, apoyados en ménsulas muy trabajadas que representan figuras fantasiosas. La cornisa se decora con una minuciosa cadena pétrea en la que sobresalen grotescas y obscenas gárgolas.
El interior está estructurado con cuatro patios, dos góticos y dos barrocos, formando una cruz griega. Los dos primeros son los del diseño original de Enrique Egas.
La Capilla Real, con funciones de iglesia del hospital, tiene una importante reja de entrada del siglo XVI, de talleres toledanos, está protegida como Monumento Nacional desde 1912. Está construida de tal manera que permitía a los enfermos contemplar la misa desde la cama. El que hoy visita la Capilla verá la solitaria puerta con balconada que se pierde en lo alto de una de las paredes. En ella desembocaba el piso superior del desaparecido baldaquino, para conducir al sacerdote al “observatorio de agonizados” (sala de moribundos) que, separados del resto de enfermerías, también tenían derecho a la comunión.
Hasta el siglo XIX el hospital conocido como hostería contaba también con una inclusa, la puerta que hay a la derecha en la fachada principal. Muchas mujeres dejaban a sus hijos allí ante el temor a que murieran sin ser bautizados. Entre las personas que recibieron las aguas bautismales en el actual parador de Santiago se recuerda con especial interés a la poetisa Rosalía de Castro, la más universal de las escritoras gallegas. En el S. XVIII llegó a haber más de 800 niños venidos de toda Galicia.
La vida en el hospital se distribuía en varias zonas, los hombres en la mitad izquierda y las mujeres en la mitad derecha. La parte de abajo estaba destinada a hospedería de peregrinos sanos. Los pisos superiores a enfermerías y salas de convalecientes más enfermos, también separadas por sexos y clases sociales. Las necesidades sanitarias de la ciudad llegaron a su tope durante la hambruna de 1769 cuando llegó a acoger a más de 4300 enfermos.
En 1953 una reforma hecha en tiempo récord -nueves meses a turnos de mañana, tarde y noche- el viejo Hospital Real fue reconvertido a Hostal de los Reyes Católicos,
para ser inaugurado el 24 de julio de 1954, Año Santo, ante la presencia del cardenal Roncalli, futuro Juan XXIII.
PAZO DE XELMÍREZ
Es el ejemplo más representativo de arquitectura románica civil que hay en España.
Está adosado a la izquierda de la fachada de la Catedral. Este Palacio Episcopal fue construido entre los S. XII y XIII por iniciativa del ambicioso obispo Diego Xelmírez para sustituir a la antigua residencia episcopal derribada durante las revueltas.
La austeridad de la fachada contrasta con el esplendor de las estancias interiores. Consta de dos plantas y una galería en la parte más alta. Se entra a través de una puerta que da a la Plaza del Obradoiro. Al traspasar la puerta podemos ver el primitivo pórtico románico que quedó oculto tras la nueva fachada del siglo XVIII. En el segundo piso destacan la interesante cocina medieval y el Salón de Fiestas y Comidas del siglo XIII. Destacan en este salón las ménsulas sobre las que se apoyan los nervios de los arcos que sustentan la bóveda de crucería, todas ellas decoradas con escenas de un festín medieval.