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La localidad de Unha la encontramos en el municipio de Salardú, a 1280 metros de altura en la confluencia del Unhòla con el Garona, bajo el Pui de Unha (2200 metros de altura) en el Valle de Aran.
La iglesia parroquial de Santa Eulalia, está situada en la parte alta del núcleo urbano. Es de e origen románico siglo XII consta de tres naves terminadas en cabeceras con tres ábsides, extremadamente decorados al gusto lombardo. La bóveda de la nave central es de cañón mientras que las laterales son de cuarto de esfera. Cuenta con dos campanarios, uno de espadaña que se sitúa sobre la cubierta a dos aguas en la cabecera y el otro en forma de torre añadido en el siglo XVIII de base rectangular con cuerpo octogonal rematado con una cúspide piramidal.
La decoración de la cabecera destaca por su parecido a la de San Clemente de Tahull, de hecho se piensa que pudieron ser construidas por la misma cuadrilla, con la excepción de que en Unha la degradación de los arquillos se realiza en dos escalones, mientras que en Tahull se realiza en tres escalones. Los tres ábsides cuentan con la misma estructura compositiva a base de lesenas rectangulares y arquillos lombardos sobre el cual hay una franja de dientes de sierra. El ábside central cuenta con tres ventanas de arco de medio punto y en los otros dos se abren una mas por cada uno del mismo estilo.
Se accede al interior por una puerta adovelada que está situada al sur y que carece de decoración, aunque en este muro podemos observar dibujos en dos de sus piedras.
La iglesia de Unha es la única del valle de Aran que conserva sus pinturas románicas murales, localizadas en la semiesfera del ábside central. Estas pinturas muestran fragmentos de lo que fue un Pantocrátor del cual se conserva su rostro, situado dentro de la mandorla y rodeado por el Tetramorfo.
Recientemente se han descubierto y restaurado unas pinturas pertenecientes al siglo XVI donde se aprecia el episodio bíblico en el que Jesús ora en el huerto de Getsemaní, el beso de Judas, la flagelación, Poncio Pilatos lavándose las manos, el camino del Calvario, la Crucifixión y el juicio final con Cristo Glorificado.
Cabe destacar en el interior, las dos pilas bautismales de origen románico. Una de las cuales parece ser una pila bautismal por inmersión y cabe la posibilidad de que fuera un sarcófago reaprovechado. La otra pila con vaso decorado y pie.