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La iglesia de Santo Domingo comenzó a construirse en la segunda mitad del siglo XII, pero al igual que ocurrió con la iglesia de San Juan, las obras del templo románico iniciadas en piedra se pararon durante un tiempo, reiniciando se en el siglo XIII con la utilización del ladrillo con las formas propias del estilo mudéjar. Este cambio de materiales es apreciable en su torre, donde la piedra de la primitiva construcción románica convive con el ladrillo y varios ventanales de arcos mixtilíneos y trilobulados de tradición islámica.
La torre mudéjar del templo es la mas antigua conservada en Aragón. Su construcción responde a la tipología de torre cristiana de base cuadrada, con una escalera de caracol en su interior. Inicialmente se utilizo para su construcción piedra sillar, material con el que se completo la base, pero entre finales del siglo XIII y principios del siglo XIV las obras fueron continuadas por maestros mudéjares, que utilizaron ladrillo para terminarla a excepción de las esquinas y respetando la estructura original románica. También introdujeron elementos de tradición islámica en los vanos inferiores, que fueron decorados como arcos mixtilíneos entrecruzados y arcos trilobulados, y colocaron platos decorativos de cerámica vidriada en verde y algunos amarillo melado, propios del arte mudéjar, entre los arquillos del friso. Sobre ellos, un alero de modillones de rollo remata el conjunto.
El interior barroco responde a las reformas efectuadas en el siglo XVIII, tras un gran incendio que asolo el templo. Parte de sus muros se decoraron con estucos y pinturas, se levanto una cúpula con linterna decorada con frescos de los cuatro evangelistas y se abrió el actual acceso al templo. En esta reforma se coloco en el ábside un coro de madera tallado, obra de Rodríguez Setién.
El ábside semicircular originalmente estaba recorrido por columnas, que a mitad de su altura se trasformaban en contrafuertes que ayudaban a soportar el peso de una nueva bóveda gótica proyectada en el siglo XIII. Las ventanas se abrieron para dar más ligereza al conjunto.