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Antes se llamó Torre Caja Madrid, y anteriormente Torre Repsol. Ocupa parte del solar de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid, y forma parte del complejo de rascacielos capitalino denominado Cuatro Torres Business Area (CTBA), en el distrito madrileño de Fuencarral-El Pardo.
En un principio, el edificio estaba destinado a ser la sede central de la compañía petrolera Repsol, pero durante la construcción, coincidiendo con el cambio de accionariado y Presidente, la compañía decidió buscar otros aires, lo que puso en el mercado este gran espacio para oficinas, adquirido por Caja Madrid, con la idea de convertirlo en su sede central. La entidad financiera pagó por ella 815 millones de euros en julio de 2007. Mes y medio después estalló en EEUU la crisis de las hipotecas 'subprime'.
El mantenimiento de la gigantesca estructura le cuesta a Bankia unos 6 millones de euros anuales, para un edificio que apenas se utiliza, constituyendo un auténtico quebradero de cabeza, pues un porcentaje muy bajo de las plantas están ocupadas. Es un edificio prácticamente en desuso que genera múltiples gastos. Se podría decir que el edificio simboliza el agujero que generaron los anteriores gestores de Bankia.
El objetivo de Caja Madrid (antes de ser Bankia) era trasladar su sede central desde las Torres KIO a este gigante proyectado por el arquitecto británico Norman Foster. Como para la sede de la Plaza Castilla todavía no se ha encontrado comprador (junio de 2013), Bankia continúa manteniendo sus instalaciones principales en las Torres KIO, por lo que la Torre Bankia permanece prácticamente vacía, y generando constantemente gastos.
La construcción de la Torre Bankia fue la más cara de los cuatro colosos que ocupan la antigua ciudad del Real Madrid. Los honorarios de Foster también fueron más elevados que los de los demás arquitectos. Por ello, Bankia posee hoy por hoy una onerosa carga dotada de la última tecnología, pero imposible de vender e incluso de alquilar.
La Torre Bankia tiene 45 plantas, y la estructura de acero del edificio pesa 11.000 toneladas. La fachada está recubierta de vidrio en las oficinas y placas de acero inoxidable en los núcleos de hormigón. La planta es rectangular. Su espectacular fachada acristalada tiene una superficie de 55.000 metros cuadrados. Cuenta con ocho ascensores.
Se ha convertido en uno de los lugares más reconocidos de Madrid, y puede verse a una distancia de muchos km hacia el norte. Tiene 250 m de altura y compite con su compañera, la Torre de Cristal, por ser la más alta del país, que depende de las fuentes que se consulten para dirimir la mayor altura del país.
Se inauguró el 5 de mayo de 2009.
