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El monumento a Emilio Castelar se encuentra en la plaza del mismo nombre en el madrileño Paseo de la castellana. Emilio Castelar y Ripoll nació en Cádiz el 7 de septiembre de 1832 y fallece en San Pedro del Pinatar, Murcia el 25 de mayo de 1899, fue un político republicano, historiador y escritor, siendo Presidente del Poder Ejecutivo de la Primera República Española durante el periodo comprendido entre el 7 de septiembre de 1873 y el 3 de enero de 1874.
El monumento se levanto en el año 1908 por suscripción popular en la que participan diferentes ayuntamientos españoles, casinos, gremios, cámaras de comercio y agrícolas, entidades bancarias, colegios de abogados y particulares. Inaugurándose el 6 de julio de 1908. Fue realizado por el escultor Mariano Benlliure y Gil, empleando bronce y mármol para las figuras, y piedra caliza y granito para el pedestal arquitectónico, cuenta con unas medidas de 12,00 x 7,50 x 8,60 m. En el se representa a Don Emilio Castelar, presidente de la I República, hablado desde un banco del Congreso, aludiendo de esta manera el autor a la facilidad de palabra del diputado. Destaca en su composición que la figura del homenajeado no se coloca como protagonista rematando el conjunto, sino que se ubica en el frente principal. A los pies de Castelar aparece la Verdad, representada por una mujer blanca y desnuda, otras interpretaciones dicen que podría representar a la Inspiración o la Elocuencia. Por una escalinata situada a mano derecha de Castelar ascienden al púlpito de oradores Demóstenes y Cicerón, oradores de Roma y Grecia, figuras realizadas en mármol, mientras que en bronce y en la escalera contraria se han ejecutado las figuras del obrero, el soldado y el estudiante, que ascienden a los pies de la alegoría de la Verdad y que representan el trabajo, la fuerza y el estudio. En la parte trasera del monumento se aprecian ocho figuras de hombres, mujeres y niños sobre los que se lee: "Levantaos esclavos porque tenéis patria". Que recuerdan las campañas de Emilio Castelar en favor de la abolición de la esclavitud en las colonias españolas. Sobre estos personajes se sitúa un cañón y el soldado que controla la pieza artillera. Remata el monumento tres figuras femeninas desnudas con los gritos de la Revolución Francesa grabados a sus pies: Libertad, Igualdad y Fraternidad.