Edificio Unión y el Fénix

Al cumplirse el centenario de la fundación de la compañía de seguros “La Unión y el Fénix Español”, la entidad decidió adaptarse a los nuevos tiempos. Y para ello quiso  dotarse de una nueva sede social. Se convocó un concurso privado para la presentación de proyectos arquitectónicos, que fue ganado por el arquitecto Luis Gutiérrez Soto en 1964. El concurso no estuvo exento de polémica, pues la compañía obligó al arquitecto a modificar sus propuestas sobre la marcha.

Gutiérrez fue artífice además, del edificio del Ministerio del Aire, en Moncloa (que recuerda sobremanera al monasterio de El Escorial), y el del Alto Estado Mayor, en la calle de Vitrubio. Su estilo sobrio pero grandilocuente, muy del gusto de los responsables del régimen franquista, entusiasmó al propio general Franco.

Para la dirección de la Unión y el Fénix, era condición ineludible incluir la escultura emblemática y representativa de la compañía en el nuevo edificio. Gutiérrez Soto solventó el problema al tratar el edificio como un inmenso pedestal que finalmente sostuviese en la cima la escultura. Se construyó entonces una gran peana prismática, revestida de elegante piedra negra, sobre la que se erigió, triunfante, el ave que siempre renace, símbolo de la compañía de seguros. Podemos asegurar que el edificio entero está al servicio del ave fénix que remata el conjunto.

En el juego constante de idas y venidas con la modernidad que marca la carrera de Gutiérrez Soto, esta obra supone un homenaje a los monumentales rascacielos de Nueva York con su estructura de crujías superpuestas en forma telescópica.

Gutiérrez cuidó al máximo todos los detalles y se utilizaron materiales de la máxima calidad. Destacan los frescos de la techumbre del salón de actos, obra del pintor Joaquín Vaqueo Turcios. La escultura del ave fénix de nueva factura que remató el edificio fue obra del escultor Julián Lozano, que había realizado grandes obras de similares características como la cuadriga del Arco de Triunfo de Moncloa.

Tras la edificación del nuevo edificio entre 1965 y 1971, la aseguradora trasladó allí sus oficinas en 1972. El grupo escultórico de la emblemática sede de la calle Alcalá fue transportado a los jardines del nº 33 del madrileño paseo de la Castellana, donde permanece hoy en día. Actualmente el inmueble es propiedad y sede oficial de la Mutua Madrileña.

El actual edificio de la Mutua Madrileña, se construyó en el solar que ocupó anteriormente El Palacete de Montellano, derribado en 1966 para levantar la por entonces nueva sede de La Unión y el Fénix. El jardín, aún rodeado por el zócalo de granito del antiguo palacio, guarda celosamente parte de su antiguo arbolado, más frondoso hoy día. 

Bibliografía, Créditos y menciones