background-theme

Torres Blancas

Torres Blancas, proyectado por Francisco Javier Sainz de Oíza en 1961, en colaboración con Juan Daniel Fullaondo y Rafael Moneo y construido entre 1964 y 1968.

torres blancas (7).jpg

El edificio denominado Torres Blancas se encuentra en la confluencia del número 2 de la calle Corazón de María con el número 37 de la Avenida de América. Fue proyectado por el arquitecto Francisco Javier Sainz de Oíza en 1961, en colaboración con Juan Daniel Fullaondo y Rafael Moneo. Fue construido entre 1964 y 1968. Para el proyecto, Oiza colaboró estrechamente con la constructora Huarte. Ambos, arquitecto y compañía fueron enormemente influyentes en el urbanismo madrileño de los años 60 y 70 del siglo XX.

Con este edificio de revolucionario diseño, Sáenz de Oiza fue mundialmente reconocido, ganó el premio de la Excelencia Europea en 1974. El arquitecto residió en el edificio el resto de su vida. Oíza se basó en las ideas del suizo Le Corbusier para construir viviendas con jardines en altura y tomó del estadounidense Frank Lloyd Wright el organicismo aplicado en la torre Price, sintetizando a su albur estas ideas, generando una de las obras maestras del denominado organicismo arquitectónico. Para muchos, es uno de los mayores logros mundiales de este peculiar estilo.

Oiza ideó un singular y elevado edificio de viviendas, que diese la sensación de crecer en altura al modo de los árboles, mientras inventaba un recorrido vertical de la estructura orgánica por instalaciones en forma de escaleras o ascensores, a la manera de las arterias del organismo. La agrupación de las terrazas curvas semeja las hojas de una rama. 

Oiza empleó de forma muy inteligente y vanguardista el hormigón, insinuando formas curvas orgánicas. Es notable la práctica ausencia de ángulos no sólo en el exterior, sino también en los interiores. La torre está rematada por doce discos de 10 metros de diámetro, que albergan el llamado núcleo social, destinado a diversos servicios, entre ellos un restaurante. Los artífices de esta obra de arte arquitectónica huyeron de las soluciones convencionales, lo que le confiere un carácter tan vanguardista y avanzado.

La estructura del edificio es de hormigón armado, y carece de pilares. Las paredes externas y la estructura vertical interna son los elementos arquitectónicos que forman el armazón y sustentan la estructura. Las terrazas proporcionan resistencia a la estructura y las cajas interiores, todas cilíndricas, cumplen la doble función de albergar escaleras de caracol y ascensores y sirven de armazón del edificio. En los balcones se abren celosías y contraventanas de madera.

La torre fue diseñada con todo lujo de detalles, y cuenta con plantas simples, dúplex y apartamentos. Es una obra de referencia, tanto en España como en el resto del mundo, por su innovador aspecto, como por el uso racional del hormigón armado.

Oiza quiso recrear en él la convivencia de toda una ciudad, donde sus habitantes pudieran resguardarse pero también relacionarse, trabajar e incluso comer. Cuando se terminó la obra, sus promotores pensaron que sus viviendas se venderían con facilidad, pero la pequeña superficie de sus dormitorios, más pensados para la meditación que para el disfrute, espantaron a la clientela natural, la incipiente clase burguesa de los años del tardofranquismo, que prefería moradas más ostentosas pero también más tradicionales.

Finalmente, estas casas de amplios y luminosos salones pensadas para el ocio y la vida social de las clases altas fueron ocupadas por personajes vinculados al mundo de las artes y de las letras.

 

 

Bibliografía, Créditos y menciones

Texto propiedad de Diego Salvador Conejo

Geolocalización:

© Colaboradores de OpenStreetMap
Ver en google maps