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Torre del Rey Gallarín

La Torre del Rey Gallarín construida a finales del siglo XV y perdió su valor estratégico de vigilancia a raíz de la reconquista de Granada.

Torre del Rey Gallarín

En el Valle del Río Arbuniel, se levanta un monte denominado “La Torre”, donde queda ubicada La Torre de la Atalaya del “Rey Gallarín” a 1334 m.

Herencia de un pasado medieval, a finales del S.XV perdió su valor a raíz de la conquista del Reino de Granada.

Allá en los tiempos cuando Viniolis o Virgilia (Arbuniel), a pesar de la inseguridad que se palpaba en esta época, continuó funcionando como torre de vigilancia, pues tenía una posición estratégica, posiblemente la “Vía Romana Acci-Cástulo”, la cual hoy es denominada como vía pecuaria; “El Cordel del Salado”.

La torre fue de planta circular, de unos 9 metros de diámetro, de la cual, hoy en día se puede divisar la planta. Emplazada en un lugar equidistante a las fortalezas de Huelma y Montejícar, se entiende que fue lugar de intercambio de comunicación óptica de las fortalezas.

Junto a está Atalaya, se encuentra la Fuente de la Torre.

Cuenta la leyenda, que en la cima de este cerro, se hallaba un tesoro escondido en un cortijo musulmán propiedad de Gallarín. Contaba Gallarín con la grata amistad del Rey Almanzor, quien visitaba asiduamente estos bellos rincones de Sierra Mágina. En una de estas visitas, y tras premoniciones de un trágico final de Almanzor en Calatañazor (Soria),  propuso esconder en un foso, todas las riquezas conseguidas:

 “A cinco leguas de Jaén, sitio de la Torre, señas mas principales: loma de Cabras y el castillo derribado en la atalaya que divisa siete torreones. El terreno que allí existe tiene dedos y yemas y rayas en las piedras. Un árbol negro con un tronco muy grueso y unos endrinos. Tres mogotes de piedra hechos de la mano del hombre, uno enfrente de Coloma y los otros dos al hilo del éste. De uno de ellos baja un carril desmochado de piedras, cuando acaba, a tres metros en dirección al sol saliente, una piedra igual de ancha que de larga tapa un agujero y a continuación un pasillo ancho y largo, no hagas caso de cuanto veas y oigas, sigue adelante hasta que veas el final dos poyos grandes. ”

Texto y fotografías propiedad del Ayuntamiento de Cambil-Arbuniel.

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