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Murallas de Úbeda

La Muralla de Úbeda es una cerca militar, principalmente del siglo X, que rodea el casco antiguo de la ciudad y está considerada Monumento Nacional.

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La Muralla de Úbeda en la provincia de Jaén es una cerca militar que rodea el casco antiguo de la ciudad de Úbeda y está considerada como Monumento Nacional. Su amurallamiento es impresionante y propio de la importancia defensiva y estratégica que se fue generando poco a poco en la ciudad. Aún hoy en día se conserva gran parte las torres y tres de sus anteriores puertas. La puerta más importante era la ya desaparecida puerta de Toledo, aunque también se pueden ver otras puertas reconstruidas.

Hay  tres puertas principales en la muralla de Úbeda, la Puerta del Losal, la de Granada y la de Santa Lucía;

La Puerta del Losal

También llamada de Valencia, es del siglo XIV de estilo mudéjar. Tiene doble arco de herradura apuntado y un arco exterior de medio punto, sujeto por columnas octogonales. Es un buen ejemplo de las técnicas musulmanas que utilizando después de la reconquista.

La Puerta de Granada

Esta puerta daba acceso al antiguo camino Real de Granada. Tiene alrededor un arco de medio punto y sigue la misma línea de la muralla. Al lado de ella se encuentra un pilar abrevadero de la misma época y en los alrededores, hay restos de las curtidurías de la época islámica y por detrás, restos de la Barbacana. En 1855 se derribó y se dejó la que vemos ahora.  Cuentan que por esta puerta la reina Isabel la Católica salió a la conquista de Baza.

La Puerta mudéjar de Santa Lucía

También llamada de Quesada,  da acceso al barrio árabe y alfarero de San Millán y marca el inicio de la Redonda de Miradores, un mirador desde donde se pueden apreciar los campos que rodean la ciudad. Ha sido reconstruida conservando el principio de los arcos originales y de la cimentación. Por lo cerca que está se cree que podía ser la llamada Puerta de Ibiut, cercana a la mítica torre de Ibiut.

De las Torres de la muralla las más importantes son, la Torre de las Arcas, en la Corredera de San Fernando, con matacanes; la Torre Albarrana con forma octogonal; y la Torre del Reloj del siglo XIII en la Plaza de Andalucía. Esta última tiene  un bello templete renacentista en su parte superior donde está situado el cuerpo de las campanas, destacando una campana enorme de bronce de 1574 que es la campana más antigua de la ciudad, pesa 1.422 kilos.

La muralla interior también llamada  del alcázar,  se mantiene casi en su totalidad a pesar de los ataques sufridos durante los últimos 140 años. Esta discurría entre la puerta del Baño,  hasta  Plaza de Santa María, por  el arroyo de Santa María. Desde aquí salía de oeste a este por la calle alta del Salvador hasta la Torre de Tierra, situada al lado de la Puerta de Bahud de la que hoy en día solo se conserva la parte baja del muro que iba a dar a la puerta. Por el otro lado no había unión con la parte exterior de la ciudad ya que la alcazaba estaba muy elevada y el terreno en esa zona era infranqueable.

La puerta principal antiguamente daba a la calle Baja del Salvador, existiendo una puerta secundaria  que se conserva hoy en día, que enlazaba directamente la mezquita con la ciudad. La puerta da entrada desde el claustro al despacho parroquial. Era el  único acceso que había a la Iglesia de Mayor para  los habitantes de Úbeda.

Sus arrabales más característicos eran los actuales barrios de San Millán, San Pablo y Santo Tomás y su trazado viario se definía por grandes ejes radiales que comunicaban la medina con las puertas de acceso a la ciudad. Las calles y adarves eran de trazado bastante irregular, con casas que se apiñaban, con murallas no muy elevadas defendidas por torreones macizos. El casco histórico con alcázar, mezquita mayor y palacio para el gobernador.

Las murallas debieron tener un papel importante en la lucha contra la rebelión de los moros de Andalucía por parte del rey de Toledo Al-Amún, en 1091, siendo Úbeda rendida por la fuerza a manos de Alfonso VI.

Las murallas árabes fueron devastadas por Alfonso VIII quien, tras la victoria de las Navas de Tolosa, cercó y tomó la ciudad. Dos años más tarde la ciudad fue recuperada por el Islam, siendo los almohades quienes reconstruyen las defensas, elevando torres y muros. Más adelante serían de nuevo restauradas por la nobleza cristiana en su estrategia de dominar el territorio entre el Guadalimar y el Guadalquivir y controlar las accesos a Sierra Morena y Levante.

No hay una  fecha exacta para la conquista definitiva de la ciudad pero la mayoría de los historiadores coinciden en que fuera el 29 de Septiembre del año 1234, durante las campañas de Fernando III. Siendo a partir de ahí cuando las murallas se refuerzan por la cercanía con el mundo musulmán.

En el año1269 Alfonso X ordena reparar la cerca, en 1294 el rey Sancho IV manda reparar las murallas corriendo cada una a cargo de la corona. En tiempos de Fernando IV se comienza a cobrar por perder en el juego para repararlas y en 1305 se reparan de nuevo por los desperfectos sufridos debido a los temporales.

A lo largo del tiempo los reyes castellanos, en previsión de tratarse de una zona fronteriza van otorgando diversas mercedes reales con el objeto que la ciudad no descuide sus defensas.

Al finalizar la Reconquista, todo el recinto fortificado perdió su originaria función castrense iniciándose así su deterioro. También durante el reinado de los Reyes Católicos se demolió el alcázar árabe. Aunque los peores daños los ocasiona el ejército de Napoleón durante la Guerra de Independencia y el crecimiento demográfico y urbano del siglo XIX. Pero sobre todo lo peor vino en el siglo XX al habilitar la zona interior al tráfico rodado.

Afortunadamente en  1.986 se hizo un plan especial que incluía la recuperación del viejo recinto medieval de murallas y torres.

En 1985 fue Declarado Monumento Histórico.

Bibliografía, Créditos y menciones

Fotografías propiedad de Sonia Casalins

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