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La Sacra Capilla del Salvador es un templo exento construido como panteón del Palacio de Francisco de los Cobos, en la ciudad de Úbeda, Jaén en la actual Plaza Vázquez de Molina. Fue secretario personal del Emperador Carlos V.
En 1925 Francisco de Cobos paga una gran cantidad de maravedíes por un solar donde era su intención hacer una capilla funeraria.
Fue mandada construir en el año 1536 y es una obra maestra de Diego de Siloé. Este proyecto de Siloé fue realizado por Andrés de Vandelvira , arquitecto que realizó la Sacristía. La Iglesia es una obra a la altura de la mejor arquitectura italiana del Renacimiento, por ello se contó con artistas de tan alto nivel que empezaron la obra en 1540.
El templo fue finalizado 23 años después, en 1559 siendo su primer capellán el Deán Ortega, para quien se construyó el Palacio adosado a la izquierda de la capilla. Este proyecto fue uno de los más ambiciosos de la arquitectura religiosa de la época, declarado monumento histórico artístico en el año 1931, de estilo renacentista.
La fachada principal, obra de Esteban Janete tiene siluetas recortadas y un aire oriental en la Torre, tiene frontón desnudo en el último cuerpo, y debajo una ventana triple con una portada renacentista bellísima, la estructura es de gran arco del triunfo. Está considerada de las mejores fachadas del Renacimiento español. Todo el conjunto escultórico alude a Cristo Salvador, al honor y a la muerte. Tiene escudos de sus fundadores sujetos por guerreros y madonas encima de sarcófagos que permanecen abiertos. En el centro de la fachada, en la parte alta se escenifica el pasaje evangélico de la transfiguración de Jesús en el Tabor. Realmente es el templo que Francisco de Cobos realiza para Dios Salvador, pero sobre todo para inmortalizarse sí mismo.
En los laterales hay dos portadas, la Norte que da a la Plaza del Padre Antonio de Andrés de Vandelvira, dedicada a Santiago Matamoros y la Sur, con doble cuerpo donde tiene relieves en nichos de los Santos, Bautista, Evangelista y Marcos. El frontón tiene una composición italiana con dos figuras femeninas a cada lado y matrona.
En el interior de la capilla nada más entrar nos encontramos con mármol ajedrezado en blanco y negro, aunque curiosamente se encuentra cubierto con alfombra artesana de esparto. Tiene una reja realizada por el maestro Francisco de Villalpando en 1555, decorada con sibilas que llevan un cuerno como atributo, la heráldica familiar y una inscripción que dice Solo a Dios se debe honor y gloria, la reja es una pieza artística de rejería tradicional que divide la cripta funeraria con el espacio destinado al público.
La Iglesia es redonda con cúpula y linterna. La nave tiene tres capillas a cada lado, y se encuentra cubierta con nervaduras góticas, el coro es gótico retardatario en su parte baja, y alrededor tiene una tribuna. El templo tiene una ordenación simétrica sorprendente con dimensiones muy renacentista. Tiene muchas esculturas y pinturas de gran valor entre las que destacan una macolla de 1542 para procesiones de Francisco Martínez y un cáliz de oro que donó Carlos V, un crucifijo de marfil, y el conocido San Juanito que se piensa es obra de Miguel Angel. La Iglesia es de una gran luminosidad.
El altar mayor tiene un retablo de madera que representa la Transfiguración de Alonso Berruguete. Desgraciadamente fue destruido durante la Guerra Civil conservándose solamente el Cristo central. La restauración fue llevada a cabo por Juan Luís Vassallo.
La sacristía actual, que sustituyó a la inicial fue diseñada hacia 1540 por Andrés de Vandelvira, tiene una puerta de acceso con muro oblicuo, en esviaje. Originalmente era solo de piedra y en estos momentos sobredorada. La puerta realizada en una esquina como solución arquitectónica de Vandelvira es de una gran belleza, representando la Puerta del Eden. La sacristía se compone de tres tramos divididos por una serie de arcos ciegos cubierta con bóvedas. La luz entra por dos ventanales situados en la cabecera y los pies. Tiene arcos con hornacinas para alojar las cajoneras donde se guardan los ternos del culto, está decorada con toda clase de figuras, bustos y alegorías corpóreas. En la Sacristía nos encontramos con restos de tablas del coro alto y sillerías del coro bajo. De gran valor histórico y artístico es la orfebrería, así como algunas pinturas de diferentes escuelas.
Todo el conjunto monumental renacentista, junto con el de Baeza, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003.
