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Valdemorillo es un municipio de la Comunidad Autónoma de Madrid, se sitúa al oeste de la capital. Tiene una superficie de unos 105 mts2,se ubica en la sierra de Guadarrama y está dentro de la turística Ruta Imperial, que son los caminos que Felipe II recorría en sus desplazamientos al Monasterio de El Escorial.
Los datos sobre sus orígenes se remontan a la Edad de Bronce, debido a los restos cerámicos encontrados en las inmediaciones de la localidad, junto el rio Aulencia. También se han descubierto numerosos fragmentos de terra sigilata romana y de cerámica visigótica.
Pero la primera vez que se habla de Valdemorillo en un documento es en 1302, en el “Libro de la Montería de Alfonso XI” (1342) en el que cita el Val de Moriello como uno de los montes de la citada tierra segoviana. La historia de la localidad está muy ligada a la desaparecida aldea de Valmayor, de la que sólo queda el topónimo que da nombre al embalse, y una ermita. El vestigio más antiguo podría ser el muro visigótico de la cara norte de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la asunción, del siglo VIII.
La documentación crece a partir del siglo XV con motivo de los pleitos mantenidos entre Valdemorillo y las distintas poblaciones vecinas, sobre los repartos realizados desde Segovia, puesto que Valdemorillo y Valmayor aparecen ya dentro del Sexmo de Casarrubios.
Los reyes Juan II y Enrique IV poseían palacios de caza y pabellones en Valdemorillo, que fueron abandonados en tiempos de los reyes Católicos. Felipe II asentó en esta ciudad al, exilado de Marruecos, príncipe Muley Xeque Xarife.
La construcción del monasterio de El Escorial fue controvertida para la localidad, ya que si bien Valdemorillo se convertía en ciudad de paso para llegar hasta El Escorial, también perdió parte de sus terrenos y aguas, desviadas para mantener los jardines y las fincas escurialenses. Lo más destacado de estos años es el traslado de los restos de Carlos I, su mujer Isabel de Portugal, y sus hermanas las princesas Leonor y María y de los infantes, al Monasterio. El 2 y 3 de febrero de 1575 Valdemorillo se preparó para dar alojamiento a tan insigne comitiva. Tal vez este hecho pueda ser el origen de las Fiestas patronales de la localidad: el 3 de febrero, festividad de San Blas. Felipe II le dio el título de Villa, algo que ratificaría en 1628 Felipe IV.
Fue coto de caza de la monarquía durante el siglo XVII, construyéndose los pabellones de caza de Valdequemado, de la Casa del Pino y de la Casa de los Llanos, para uso real. El siglo XVIII traería la decadencia para la villa, que dejó de ser visitada por los reyes a efectos cinegéticos. En el XIX se incorporó al movimiento industrial gracias a la instalación de la Sociedad del Aulencia, que fabricaría lozas de la mejor calidad de la época. Además su economía se vería favorecida por las minas de caolín y las canteras de granito, que sirvió para la construcción de la basílica madrileña de San Francisco el Grande.
En la Guerra Civil (1936-1939), fue centro de operaciones del Ejército Popular de la República durante la Batalla de Brunete. En 1937 era el pueblo más importante de la zona, sin contar con El Escorial; su población era alta y su actividad económica próspera. Era un punto neurálgico importante, ya que desde esta localidad se llegaba a la carretera de Extremadura. El bando que la tuviera en su poder, se garantizaba la comunicación entre la capital y la sierra. La artillería del ejército sublevado, situada en Navalagamella, sometió a la localidad a continuos bombardeos. Prueba de ello son los huecos visibles en los muros de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, cuartel de la XLVI División, al mando de Valentín González, el Campesino.
Dispuso de atrincheramientos en el lado sur y en el oeste. El primero con una línea discontinua de fortines realizados en mampostería, en unos casos avanzados y en otros retrasados con respecto al eje que recorría el antiguo camino de Robledo de Chavela. Durante la guerra se usó como vía de comunicaciones entre Valdemorillo y Zarzalejo, ya que Robledo estaba en manos nacionales. Este tipo de construcciones tienen los muros de mampostería berroqueña. Los realizaron a partir de julio de 1937, el Batallón de Zapadores de la III División, y después, la División 69, que le daría nombre a la línea de defensa de Valdemorillo.
Durante los bombardeos del 37, Valdemorillo no fue de las regiones más castigadas. Aún así fue "adoptada" por la Dirección General de Regiones Devastadas. Conserva intacto prácticamente todo su trazado urbano y sólo proyecta su urbanismo ortogonal en algunas zonas, como en la calle Balconcillos. tras la contienda surge de la necesidad de reformar la plaza donde se ubica la iglesia parroquial, convirtiéndose en la arteria principal que llegue a este nuevo espacio abierto. Se crea una plaza rectangular, siendo la fachada norte del templo la que delimita un lado. Al sur se construyen unas viviendas porticadas, y en el este se reconstruyen las escuelas. En la calle Balconcillos podemos ver viviendas realizadas por Regiones Devastadas.
Otros elementos de interés de Valdemorillo son: las ermitas de San Juan y Valmayor; la antigua cueva de caolín, hoy día convertida en la Cueva Museo de Cerámica y Vidrio de Valdemorillo (CUMVAL) y la plaza Ana de Palacio, en cuyo centro hay una fuente de doble caño, que es la primera en tener agua corriente. Además de admirar los blasones que lucen en las fachadas de muchos de los edificios, la fuente del Caño, los antiguos lavaderos y los tres hornos de la antigua fábrica de lozas Falcó y Cª.
