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Convento de San Esteban Salamanca

Convento de San Esteban su edificación fue impulsada por Fray Juan Álvarez de Toledo, comenzando las obras en 1524. El proyecto fue iniciado por Juan de Álava.

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El convento de San Esteban es la fundación religiosa más importante de la ciudad de Salamanca y foco cultural de primer orden del que proceden grandes personalidades renacentistas como Francisco de Vitoria, iniciador de la «Escuela de Salamanca», creador del Derecho Internacional y defensor de los derechos humanos, que aplicara a los indígenas de América. El Convento de San Esteban es, prácticamente desde su origen, un importante centro de estudio y docencia de la Teología. Dentro de los maestros, catedráticos y obispos de este convento destacan entre otros el cardenal fray Juan Álvarez de Toledo, Melchor Cano, Juan de la Peña, Bartolomé de Carranza (arzobispo de Toledo), Diego de Chaves, Pedro de Sotomayor, Bartolomé de Medina, Mancio de Corpus Christi, Antonio de Hontiveros, Domingo Báñez, Pedro de Herrera o Francisco Araujo. Mención especial para fray Domingo de Soto (1495-1560), teólogo principal en el concilio de Trento.

A este convento acudió Cristóbal Colón en busca de apoyo para sus viajes, donde fue acogido entre 1486 y 1487. Durante la guerra de la Independencia, el convento fue ocupado por los franceses en 1809, quienes se apoderaron de todos los objetos de oro y plata que pudieron encontrar en su interior. El edificio se utilizó como cuartel de las tropas de Napoleón hasta 1813.

El Decreto de Desamortización, desarrollado y puesto en marcha por Juan Álvarez Mendizábal, afectó al convento de San Esteban en 1835, con la exclaustración de los monjes dominicos. Algunos de los edificios del conjunto se utilizaron como cuartel y enfermería. En cambio, la iglesia que, por intervención expresa del obispo de la ciudad, fue convertida en parroquia. El mobiliario y la biblioteca del convento fueron expoliados. La mayor parte de los edificios del conjunto monacal fueron deteriorándose progresivamente.

Precisamente, debido al deterioro del edificio, en 1861 un grupo de intelectuales salmantinos propusieron emplazar en él el Museo Provincial de Salamanca, que finalmente fue instalado en las dos plantas del Claustro de Procesiones, lo que inició una tímida reforma de parte del recinto. En 1880, se autorizó a los dominicos franceses de Toulouse, expulsados de Francia, a ocupar el convento semiderruido, quienes, junto a varios religiosos dominicos españoles, impulsaron la restauración. En septiembre de 1892, el convento se constituyó en casa formal con prior, en 1897 se transformó en Estudio General, y en Facultad de Teología ya en 1947. Actualmente se mantiene la Facultad de Teología, que junto con otras instituciones como la Biblioteca, el Instituto Histórico Dominicano con su Archivo, y la editorial San Esteban, mantienen viva la llama intelectual del convento. Hoy en día, existe una comunidad de monjes dedicados al estudio, la predicación y la docencia de la Teología.

Su edificación fue impulsada por Fray Juan Álvarez de Toledo, hijo del Duque de Alba, y obispo de Córdoba, promotor de unas obras que comenzaron el día 30 de junio de 1524. El proyecto fue iniciado por Juan de Álava, cuyos planos fueron modificados por fray Martín de Santiago y por Rodrigo Gil. Los últimos retoques son debidos a Juan de Ribero Rada.

La planta de la iglesia del convento es característica de la orden de los dominicos: nave única y capillas-hornacina. La nave está compartimentada en seis tramos cubiertas con bóvedas estrelladas. A Juan de Álava se atribuye la espectacular portada de la iglesia, decorada con imágenes de santos relevantes de la orden, esculpidas en forma de relieves durante los siglos XVI y XVII. Ceroni firmó el martirio del santo al que se dedica el conjunto, San Esteban. La capilla mayor está presidida por un espectacular retablo diseñado por Joaquín Benito Churriguera, cuya construcción data de 1691, y su dorado, de 1739. El retablo es monumental y su diseño, de ritmo cóncavo, se adapta al ábside de la iglesia dando especial relieve al cuerpo central. Las columnas salomónicas de orden gigante y el entablamento confieren un grandioso dinamismo al conjunto. La decoración de la capilla se completó con imágenes de San Francisco y Santo Domingo, el fundador de la Orden, y con un lienzo de Claudio Coello dedicado al martirio del santo titular.

El coro incorpora sillería de Alonso de Balbás y un lienzo ejecutado por la escuela de Rubens. A la sacristía, construida en el siglo XVII se accede desde la denominada escalera de Soto, sorprendente pieza arquitectónica obra de Alonso de Sardiña y Juan Moreno, y financiada por el obispo de Tuy, fray Pedro de Herrera.

La construcción de la estancia capitular, también del siglo XVII, se debió a la generosidad de fray Iñigo de Brizuela. Paradigma de la arquitectura denominada plateresca es el claustro de Reyes, con finos relieves en las esquinas y numerosos medallones que representan efigies de personajes del Antiguo y del Nuevo Testamento.

 

Bibliografía, Créditos y menciones

Texto propiedad de Diego Salvador Conejo
Fotografías propiedad de Ignacio Ribate Molina.
http://losviajesdeignis.blogspot.com.es/

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