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Plaza Mayor Salamanca

La Plaza Mayor salmantina es un ejemplo de arquitectura civil barroca, fue construida por el arquitecto Alberto de Churriguera, en el siglo XVIII

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Antes de construirse el actual conjunto monumental del siglo XVIII, junto a la antigua Puerta del Sol de la muralla salmantina, creció la que se denominó Plaza de Oriente o Plaza de San Martín, por encontrarse allí ubicada la iglesia del mismo nombre. Esta plaza, libre de las ataduras que le impone el actual perímetro edificado, se extendía hacia la Plaza del Mercado, la Plaza del Corrillo y la Plaza del Poeta Iglesias. En el mismo solar además se encontraba ya por entonces el ayuntamiento de la ciudad y diversas casas y puestos de mercado. El proyecto municipal de la nueva Plaza Mayor buscaba un nuevo edificio para el consistorio, pero también un espacio urbano con soportales que diesen cobijo a los puestos de mercado, comerciantes y clientes en días de meteorología adversa. Además era una muestra de la grandeza de Salamanca, que había apoyado en todo momento a Felipe V en la guerra de Sucesión española.

La Plaza Mayor salmantina es un ejemplo de arquitectura civil barroca de marcado carácter monumental. Es una de las joyas arquitectónicas de Salamanca, que no son pocas. Fue construida gracias a la perseverancia del corregidor don Rodrigo Caballero y Llanes, que puso al frente de los trabajos al arquitecto Alberto de Churriguera, quien inició su tarea en mayo de 1729, comenzando por el denominado Pabellón Real y continuando por el lienzo de San Martín. El Pabellón Real se denomina así por estar dedicado a la monarquía. Sobre su arco principal está ubicada una placa conmemorativa de su fundación. A ambos lados del arco se sitúan los medallones con las efigies de los monarcas del momento, Felipe V e Isabel de Farnesio. En realidad, existen tres medallones de Felipe V en la plaza: uno, en su calidad de monarca impulsor de la nueva plaza y otros dos, que conmemoran cada uno de los períodos en los que reinó. Encima de la placa se puede observar una imagen de San Fernando, con los atributos del globo terráqueo y la espada, en su calidad de patrón de la monarquía hispánica. En origen el Pabellón Real se edificó para que los reyes presidiesen los festejos de la ciudad del Tormes.

Durante la etapa del primer Churriguera, se trasladaron a la nueva plaza las casas consistoriales, lo que le dio carácter definitivo de Plaza Mayor. Cuando falleció Alberto de Churriguera, su obra fue continuada primero por su sobrino Manuel de Lara Churriguera. El segundo Churriguera que intervino en este vasto proyecto fue destituido por problemas legales planteados por los vecinos. Finalmente, el Consistorio salmantino encargó la continuación de las obras a Andrés García de Quiñones, quien logró dar por finalizadas las mismas en 1755. En el proyecto original de García de Quiñones se contemplaban dos torres en el lateral del edificio del Ayuntamiento, tal y como se puede contemplar en la maqueta realizada en 1745. El arquitecto no se atrevió a construir ambas torres, al considerar que el terreno no reunía las suficientes condiciones de solidez. Desde 1755, se han acometido varias reformas.

Dentro de la decoración de la plaza, ya hemos visto que incluyen efigies inmersas en medallones que representan a los Reyes de España, pero también a héroes, capitanes, descubridores y conquistadores hispanos. Sabios y eruditos españoles decoran el lienzo de Petrineros y santos y santas de la misma nacionalidad, el lienzo del Ayuntamiento.

La Plaza Mayor de Salamanca es la continuación del lenguaje arquitectónico español tradicional, plasmado en una tipología regular y abierta, a la vez que rica y articulada, en la corriente de exaltación del Barroco como prodigioso ejemplo de la concepción compositiva espacial, aunque en numerosas ocasiones, las estructuras tipológicas responden a la repetición sistemática de un número muy reducido de modelos. A pesar de lo que pueda parecernos a primera vista, la Plaza Mayor de Salamanca no es de planta cuadrada perfecta, sino cuadrangular trapezoidal. De cualquier forma, los cuatro lados del perímetro de la plaza están porticados y abiertos al exterior mediante arcos de medio punto. En total son 88 arcos de diversos tamaños y alturas. Los arcos sostienen tres pisos construidos con sillares de las canteras de Villamayor, siendo la altura de la plaza de 18 m.

El Ayuntamiento y el Pabellón Real son las únicas unidades espaciales que rompen la uniformidad del perímetro de la plaza. El conjunto está coronado por una balaustrada de piedra decorada a intervalos regulares por pináculos piramidales rematados con el símbolo heráldico de los Borbones, la flor de lis.

La Plaza Mayor de Salamanca ha albergado el Consistorio, mercado, coso taurino, ha sido y es, punto de encuentro y lugar de paseo, testigo de los cambios políticos, socioeconómicos y religiosos sucedidos en España. Es uno de los monumentos barrocos capitales del urbanismo y de la arquitectura peninsular. A ella van a dar todas las puertas que se adentran en la ciudad.

  

Bibliografía, Créditos y menciones

Texto propiedad de Diego Salvador Conejo
Fotografías propiedad de Ignacio Ribate Molina.
http://losviajesdeignis.blogspot.com.es/

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