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Esta fortaleza está situada en el monte Jaizkibel a 545 metros sobre el nivel de mar, en el término municipal de Fuenterrabía - Hondarribia cerca del santuario de Guadalupe, del cual hereda el nombre y cuya imagen adorna la clave de la puerta principal del fuerte.
Terminada la Tercera Guerra Carlista, se organizan las defensas de la frontera con Francia, de San Sebastián y del puerto de Pasajes, se determino construir un campo atrincherado en Oyarzun, que consistía en una serie de 8 fuertes situados en diversas cimas y que se flanquearían mutuamente. Del proyecto solo se ejecutaron tres Nuestra Señora de Guadalupe el mayor y San Marcos y Choritoquieta.
La construcción comenzó en 1890 y culminó 10 años más tarde. Su ubicación le constituía como la primera fortificación en entrar en combate en caso de una invasión francesa. Tenía capacidad teórica para albergar más de 60 piezas de artillería y una guarnición de 600 hombres que podría aumentarse hasta 1000.
Tiene forma poligonal, rodeado por un foso y un camino cubierto, disponiendo en su interior de galerías de fusilería, emplazamientos al aire libre y casamatas para artillería, túneles subterráneos de comunicación interior. El fuerte está dividido por tres obras, denominadas del Centro, de la Derecha y de la Izquierda.
Durante la Guerra Civil funcionó como prisión y, posteriormente, fue cuartel hasta finales de la década de los 80del siglo XX. En 1989 fue adquirido por el Ayuntamiento de Hondarribia y en 1994 pasó a ser considerado Bien Cultural, con la categoría de Conjunto Monumental.
La ubicación estratégica de la ciudad exigía una gran fortaleza defensiva y no sólo en el casco antiguo, ya que las murallas se extienden, en forma de múltiples fuertes, por todo el municipio.
Actualmente, se realizan visitas guiadas durante los fines de semana entre mayo y septiembre.