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La Iglesia de Santa María la Mayor es el resultado de una larga evolución, renovada con mucha intensidad a partir del siglo XV, sustituyendo las viejas estructuras románicas, por otras al gusto y modo de la época, pero condicionada esta evolución por la antigua iglesia, al llevarse a cabo la renovación en varias fases.
El templo actual es de sillería del siglo XV, aunque cimentada sobre otra construcción anterior románica construida entre los siglos XII y XIV. El retablo mayor es del siglo XVI, de gran interés, como lo es también el museo existente en su sacristía que reúne tallas de las iglesias de las aldeas. Tiene una sola nave y en su interior se conservan muchos restos de origen románico. Los retablos son de estilo gótico y renacentista. El retablo mayor es de tipo banco, con tres cuerpos, ático, cinco calles y seis entrecalles, con tracerías de claraboyas de principios del siglo XVI, la imaginería es coetánea y está presidido por la imagen de Santa María la Mayor, sentado con el Niño desnudo. Es una talla hispano‑flamenca de finales del siglo XV. Los otros dos son el retablo de la Asunción y el retablo de San Roque.
Los torreones de refuerzo en sus ángulos le dan imagen de fortaleza medieval. La torre es de planta cuadrada románica, se ubica al lado occidental del lado norte del crucero. El acceso se realiza por una portada situada por su lado más meridional. En parte baja hay una ventana románica de medio punto con columnas acodilladas y capiteles vegetales del siglo XIII, donde está colocado el matachín —figura mecánica barroca de finales del siglo XVII, que está unido mediante cables al reloj de la torre para marcar las horas en el interior de la iglesia, simultáneamente con el reloj de la villa—.
Dentro del conjunto destaca el museo religioso que fue creado en 1971 y la gran cruz de plata de estilo gótico plateresco.
Fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 11 de octubre de 1967.