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El monasterio se localiza en la localidad de Cañas, a 40 kms. de Logroño, La Rioja. El origen del monasterio se debe a la donación del Conde López Díaz de Haro y su mujer Dña. Aldonza Ruiz de Castro en el año 1170 a las monjas del monasterio de Hayuela, para que fundaran una abadía en este lugar. Es una de las primeras abadías cistercienses fundadas en España. También es conocido como el Monasterio de la Luz.
Con el fallecimiento del conde, doña Aldonza ingresa en 1171 en el monasterio llevando consigo a varias de sus hijas. Entre ellas se encontraba Urraca, que fue abadesa de Cañas (1225-1262) y a la que se debe el máximo desarrollo del monasterio y el grueso de las obras de la iglesia y dependencias claustrales.
En la construcción del monasterio hay tres etapas claramente diferenciadas, la románica de la que apenas quedan vestigios, la gótica que correspondería a parte de la iglesia y sala capitular, fechadas en la segunda mitad del siglo XIII, y la posterior al siglo XVI se construyo el Retablo Mayor y se continúa la construcción de la nave central quedando las dos laterales inconclusas. La portada principal del monasterio data de 1757, siendo la parte que habitan las monjas la más tardía cronológicamente. Muchas de las piedras de la iglesia conservan la marca del cantero que las labró. Durante los siglos XVII y XVIII se completó el Claustro, y en los siglos XIX y XX, algunas dependencias conventuales, que configuraron la disposición actual.
En el monasterio destaca la Iglesia gótica, con gran luminosidad que le dan sus grandes ventanales de una nave, crucero y tres ábsides.
Destaca el gran retablo renacentista de Andrés de Melgar y Guillén de Holanda que fue mandado construir por la abadesa doña Leonor de Osorio hacia el 1523 a modo de tríptico, la temática se basa esencialmente en María. Hasta 1975 estuvo en el presbiterio, encontrándose en la actualidad a los pies de la iglesia.
La sala capitular fue el lugar de reunión del Capítulo de Monjas y luego cementerio. La portada tiene triple arquivolta decoradas con motivos vegetales.
En su interior cuenta con el sepulcro de estilo gótico del siglo XIV de la beata Doña Urraca López de Haro, hija de los fundadores que vistió los hábitos desde muy joven llegando a ser la cuarta abadesa de la comunidad. Falleció en el año 1262, conservándose su cuerpo incorrupto.
El claustro es de planta cuadrada con dos alturas. La baja cuenta con una galería cerrada por arcos de medio punto enrejados. La alta tiene sus arcos de medio punto cegados pero con un cristal. El centro del claustro tiene un jardín.
El monasterio está habitado por una comunidad de monjas de clausura desde 1170. Cuenta con una hospedería con un amplio patio interior. Las monjas carmelitas que viven aquí elaboran exquisitos dulces y pastas de repostería monástica.
Fue declarado Monumento Nacional en el año 1943
