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Monasterio de Santa María de Obarra

Santa María de Obarra monasterio románico construido por maestros lombardos en el primer cuarto del siglo XI, la historia del monasterio está ligada al señor de Espés.

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Santa María de Obarra es un monasterio románico situado en el término municipal de Veracruz comarca de Ribagorza en la provincia de Huesca.

Está ubicado a 1000 metros de altitud y en el margen izquierdo de rio Isábena en el congosto de Obarra y a dos kilómetros de Ballabriga. Enclavado en un paraje bellísimo en medio de montañas de grandes piedras.

Obarra" significa en vasco agujero entre rocas y está en el fondo de un valle bloqueado por el desfiladero de La Croqueta donde se alza el monasterio. La iglesia de Santa María está dedicada también a San Pedro, San Esteban y a la Santa Cruz.

Jugó un papel muy importante en la consolidación del Condado de Ribagorza por ocupar un lugar muy estratégico en una encrucijada de varios caminos.

Al Monasterio se accede por una puerta construida recientemente, ya que la antigua puerta gótica fue arrasada por una riada en 1963.

Del conjunto se conservan la iglesia abacial, la ermita de san Pablo siglo XI-XII y el palacio abacial. De todos estos elementos el más interesante es la iglesia abacial dedicada a Santa Maria del siglo XI. Junto a estos edificios se encuentra el antiguo molino, hoy reconvertido en casa de colonias.

La historia del monasterio está ligada al señor de Espés y también se cuentan extrañas historias de brujas.

La iglesia de Santa Maria fue construida en el primer cuarto del siglo XI y es una de las mas importantes obras de la Ribagorza, elaborada por maestros lombardos.

La edificación consta de tres naves, la central más alta y ancha que las otras dos, culminadas en sendos ábsides semicirculares con cubiertas de bóvedas de cuartos de esferas. Catorce bóvedas de aristas y siete de cañón cierran las naves, divididas por pilastras cruciformes.

La construcción de Obarra se inició siguiendo un sistema de proporción geométrico del triangulo equilátero. A partir de los dos primeros tramos de la nave norte y central, este sistema se alteró para seguir el de la proporción doble o diapasón. El conjunto de la iglesia se sometió a las denominadas armonías musicales, sistema proporcional arquitectónico usado muy frecuentemente en la Alta Edad Media. Los números 3 (trinidad) y 7 (Espíritu Santo, totalidad del tiempo, Apocalipsis) se repiten por todo el templo, tres naves de siete tramos con una relación de anchuras de 2+3+2=7; tres ventanas en el ábside central y siete en los tres ábsides. Otros números  simbólicos del templo es el 12 (Totalidad, los 12 apóstoles y el número de jueces del Juicio Final) o el 5 (La Salvación) presentes ambos en la serie de arquillos interiores y exteriores del ábside central.

Característicos del Románico Lombardo son la galería de arquillos ciegos, lesenas y frisos de esquinilla que adorna todo el exterior. En el ábside central y como imagen característica del templo destacan la serie de doce nichos bajo arquillos coronados con un friso de rombos. A los pies de la basílica están las ruinas de Palacio Priorall mandado construir por Pedro de Mur en el siglo XVI. Su grandeza aún puede apreciarse en los restos de la portada principal, ventanales y chimeneas. Conserva también muros de sillería, bodegas con bóveda de cañón y portada con arcos de medio punto de una obra anterior. 

El tramo correspondiente a los pies del templo se hundió en 1872 y fue reconstruido con posterioridad. En el siglo XVI se abrió una puerta con el escudo de Mur junto a la antigua sencilla portada románica decorada con dos columnas culminadas por sendos capiteles de motivos vegetales y geométricos muy similares a las del interior del ábside. En el muro norte cuenta con otra puerta románica y otra del siglo XVI.

Del mobiliario escaso que se conserva, destaca una talla en Piedra policromada de Nuestra Señora de Obarra que tiene 1,20 de altura y datada en el siglo XIV. El retablo era una importante pieza del gótico tardío aragonés pero se quemó en 1936 y del cual solo pudo salvarse una tabla de San Pablo. También contaba con el Sarcófago del señor de Espés, escultura gótica elaborada en alabastro policromado y desaparecido en el siglo XX, solo se conservan dos leones que servían de sostén. La Virgen se conserva en la iglesia y el resto en el Museo Diocesano de Barbastro.

El asentamiento de monjes en este lugar data del 874, llegó a ser el corazón del condado de Ribagorza. Escindido por Ramón I en el año 930. No existen construcciones anteriores al siglo XI. En los siglos XIII y XIV respectivamente contaba con la protección de las baronías de Espé y de los Mur de Pallars y supusieron dos momentos de mucho esplendor. El establecimiento en 1571 del obispado de Barbastro, supuso la desaparición del priorato y el principio de la decadencia de la que nunca se recuperó.

En los 60 del siglo XX se empezaron las obras de restauración, aunque el Palacio Prioral, continúa en ruinas.

Fue declarado Bien de Interés Nacional en 1931.

Bibliografía, Créditos y menciones

Texto y fotografías propiedad de M. Carmen Diez Carrera.

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