Puente medieval en Herrería de Calvera

Las herrerías o ferrerías de Calvera fue un transitado enclave en la red de comunicaciones del Condado de la Ribagorza: paso sobre el rio Isábena hacia Calvera, situado a medio camino de otros centros del valle como Raluy, Beranuy, el castillo Ripacurza, Obarra, además de un lugar idóneo para el repostajes de las caballerías que transitaba entres los valles de Llerp, Isábena y Noguera Ribagorzana. Quizás por todo ello los herreros establecieron en este caserío de Calvera las fraguas que dieron nombre al lugar.

Documentos medievales confirman la existencia del puente que con algunas reformas y una profunda restauración, ha llegado a nuestros días.

Los vecinos de Herrerías conocen todavía con el nombre casa del pontero la enfrentada directamente con la calzada del puente, hoy es un granero que conserva todavía la antigua ventana, ligeramente reformada sobre otra más moderna con dintel de ladrillo. El pontero debía asomarse por el antiguo vano para comprobar quién pasaba y aprestarse, quizás, a cobrar un peaje habitual en alguno de esos pasos. Los ingresos se destinaban a conservación de la infraestructura y en ocasiones constituía una fuente de riqueza para las poblaciones construidas a su vera, aunque no fue este el caso de Herrerías de Calvera.

 El puente servía de límite de coto de pesca en el rio Isábena, del monasterio de Obarra,  que se iniciaba aguas arriba en el congosto.

El Isábena, es conocido como un rio encajonado de difícil aprovechamiento y frecuentes riadas.

Las Ferrerías es uno de los lugares del curso fluvial donde se aprovechó la fuerza natural del agua para hacer girar las ruedas de un molino. Poco sabemos de él, salvo que la célebre riada de 1963 se lo llevó para siempre. La boca del desagüe puede apreciarse todavía en el costado sur del arranque del puente, en la margen derecha del rio.

Bibliografía, Créditos y menciones