background-theme

Ermita de San Juan Bautista

La ermita de San Juan Bautista es una construcción románica datada entre finales del siglo XII y principios del XIII, cuenta con una magnífica portada.

La ermita de San Juan Bautista se encuentra ubicada en la bonita localidad de Montañana, en la parte más oriental de Ribagorza, una de las comarcas aragonesa con más histórica y que fue condado independiente hasta que en el año 1044 se incorporó al Reino de Aragón.

Se encuentra un poco separada del núcleo de la población, muy destacable por su valor histórico y artístico al ser un edificio con todas las características típicas del Románico. Pero por otro lado, la ermita bien merece nombrarse al tratarse del edificio con el que se comenzó la recuperación de Montañana, ya que en 1998 fue el primero en el que se intervino, al encontrarse en un estado de conservación lamentable.

Esta ermita románica esta datada a finales del siglo XII y principios del XIII.

El edificio se estructura en una única nave longitudinal rematada en ábside semicircular orientado al este.

Cuenta con un campanario de espadaña de tres ojos, debajo del mismo, podemos observar un vano visto al exterior, su guardapolvo es tangente a la bóveda, aportando un dato más en la cuidada edificación del templo.

La magnífica portada se abre al oeste y aparece engalanada con cuatro arquivoltas de medio punto, trasdós resaltado y capiteles historiados con la vida de San Juan Bautista y escenas del nacimiento y adoración de Cristo.

En la Edad Media la educación y la cultura eran privilegios solo para nobles y miembros de la iglesia, entonces ¿Cómo enseñar la doctrina cristiana a un pueblo analfabeto? La respuesta vino de la mano del arte: pintura y escultura sirvieron para ilustrar las palabras que el cura pronunciaba durante los oficios religiosos. Se esculpían principalmente tímpanos y capiteles de iglesias y monasterios con escenas de diferentes pasajes religiosos, convirtiéndose en auténticos libros de imágenes congeladas que impresionaban a los feligreses y quedaban grabadas en su memoria. Estas expresiones artísticas no pretenden recrear la belleza, si no impactar y lanzar un mensaje lo más claro posible, por eso las figuras son sencillas y toscas pero muy expresivas.

En su interior se conservan unas interesantes pinturas góticas representando escenas del episodio de las once mil vírgenes, que en resumen es así:

"Hacia el año 452 de nuestra era, el poderoso rey de Inglaterra Etéreo, pide para su hijo, del mismo nombre, la mano de Úrsula, que era la hija del rey de Bretaña llamado Mauro o Noto. Envía embajadores a lograr como fuese ese encargo. Úrsula para dilatar en el tiempo y hacer desistir a Etéreo de su propósito acepta pero con una serie de condiciones: que le concedan diez doncellas como sus amigas y once mil vírgenes para el servicio de ella y sus amigas a razón de mil por cada una de las mismas. Una flota de naves suficiente para todas ellas para poder viajar durante tres años a su antojo. Que en ese plazo el príncipe Etéreo sea instruido en el cristianismo y se bautice.

Lejos de desistir, el príncipe acepta las condiciones y de inmediato se bautiza. En sus viajes con tan extraña y amplia tropa, Úrsula convierte a las once mil vírgenes, inquieta a Roma, a donde peregrina, por el poder de proselitismo que tal tropa femenina provoca. Consigue que el Papa Ciriaco abdique y se una a ellas, camino de Colonia hallan la ciudad sitiada por los Hunos quienes les dan muerte, Úrsula sobrevive y el general de los Hunos le propone matrimonio, pero como se niega la mata de un flechazo en el corazón".

ermita de san juan bautista  (2).jpg ermita de san juan bautista (2).jpg

Bibliografía, Créditos y menciones

Texto y fotografías propiedad de M. Carmen Diez Carrera.

Geolocalización:

© Colaboradores de OpenStreetMap
Ver en google maps