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La iglesia de la Concepción Real de Calatrava conocida popularmente como iglesia de las Calatravas, formaba parte del antiguo Monasterio Real de la Concepción, mandado construir por Felipe IV. Se encuentra ubicada en la calle Alcalá nº 25 y es una clara muestra del barroco madrileño.
Los planos y el comienzo de la construcción fue realizado por el arquitecto Fray Lorenzo de San Nicolás, aunque fue terminado por Isidro Martínez y Gregorio Garrote. La edificación tuvo lugar entre los años 1670 y 1678.
Dentro de la iglesia encontramos varias capillas dedicadas a los patronos de varios gremios o cofradías.
El exterior de la iglesia fue remodelado por Juan de Madrazo en 1858 por encargo de Francisco de Asís, marido de la reina Isabel II. Es de estilo renacentista.
El convento fue destruido durante la revolución de 1.868 y solamente se conserva la iglesia,
El templo tiene planta de cruz latina, con un crucero y una cúpula, constituida por un tambor de ocho ventanas, cuatro abiertas y cuatro cegadas. Su exterior se caracteriza por el colorido rosáceo de terracota que cubre la fachada y el rosetón central con la Cruz de Calatrava. En la entrada principal podemos ver una imagen de la Inmaculada de Sabino Medina, San Raimundo de Fitero de Andrés Rodríguez y San Diego Velázquez de José Pagniucci. Todas son del siglo XIX.
En el interior destaca el retablo del Altar Mayor, realizado por José Benito de Churriguera, entre 1720 y 1724, de estilo típicamente barroco, donde no faltan columnas estriadas con hojas de acanto, guirnaldas y cortinajes. Este retablo es la única obra de Churriguera que hay en Madrid.
La orden de Calatrava tiene su nombre de la ciudad que defendieron de los moros durante la Reconquista. A esta orden pertenecían tanto caballeros como religiosos, que vivían separados. Pertenecer a esta orden siempre fue signo de alcurnia. El convento está inseparablemente unido a la Orden Militar de Calatrava, fundada en el siglo XII para defender el sur de la península de los ataques musulmanes.
Es Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, desde el año 1905.
Cuenta la leyenda
Que la iglesia se alza sobre el lugar donde antes se levantaba el palacio de una familia aristócrata, cuya hija adolescente fue uno de los primeros amores extraconyugales de Felipe IV. La chica dio a luz un bastardo, que moriría a los 8 años, a quien ella pronto seguiría al otro mundo. El Rey ordenó levantar un monasterio al que muy apropiadamente llamó Convento de la Concepción Real donde había dado rienda suelta a sus instintos.
