Iglesia de Nuestra Señora de Montserrat

El Monasterio de benedictinos de Nuestra Señora de Montserrat, fue fundado por Felipe IV en el año 1642, para acoger  a los monjes castellanos que habían sido expulsados de Cataluña durante la sublevación en contra la Corona. Se encuentra ubicada en la madrileña calle San Bernardo en el número 79.

El Monasterio de Montserrat era el principal centro benedictino de Cataluña pero su jurisdicción era castellana. Los monjes catalanes estaban molestos porque su abad fuese casi siempre castellano, aprovecharon la insurrección para expulsar con violencia a los monjes castellanos.

En un principio, la orden se ubico en la quinta del Condestable de Castilla y se mantuvo hasta que en el año 1704 fueron trasladados al edificio en la calle San Bernardo, que todavía estaba en fase de construcción.

El templo fue construido en el año 1668, ya bajo el reinado de Carlos II, comenzando las obras el arquitecto  Sebastián Herrera Barnuevo, pero no las pudo terminar porque en el año 1671 murió y fue reemplazado por Gaspar de la Peña aunque no terminaría el presbiterio ni la fachada.

Las obras serían abandonadas hasta el año 1716 cuando fueron retomadas por Pedro de Ribera al comienzo de su carrera. El arquitecto respetó la fachada inicial, aunque redecoró la puerta y los ventanales, añadiendo adornos barrocos.

La fachada está inspirada en la de la iglesia del Gesú de Vignola y es considerada como una de las más complejas y elaboradas del Barroco madrileño.

Posee una única torre construida en el año 1729, aunque estaban proyectadas dos pero no se sabe a ciencia cierta por qué sólo se acabó una de ellas.

Con la desamortización de Mendizábal la iglesia se convirtió en el año 1837 en prisión para mujeres con el sobrenombre de La Casa Galera, con el que sería conocida durante el siglo XIX. Posteriormente, y tras acoger temporalmente a las religiosas del Caballero de Gracia, el convento pasó de nuevo a la Orden de los benedictinos.

Está distribuida en tres naves separadas por pilastras y arcos de medio punto dóricos, siendo la  más ancha es la central.

En el altar se encuentra una imagen de la Virgen de Montserrat de Manuel Pereira.

Destaca también el lienzo de Luis de San Martín, Apoteosis de San José.

En una de sus capillas se encuentra una talla copia del Cristo de Burgos, el original se encuentra en la Academia de Bellas Artes de San Fernando.  Según la tradición los huevos de avestruz que se encuentran a los pies de talla son un presente de un comerciante americano. La figura tiene pelo natural.

Durante la Guerra Civil Española, los monjes buscaron refugio en casas amigas, abandonando el edificio.

El edificio es restaurado durante el año 1988 por los arquitectos Antón Capitel, Antonio Riviere y Consuelo Martorell.

En la actualidad el templo lo ocupan los benedictinos burgaleses de Santo Domingo de Silos, teniendo la condición de priorato.

Es declarado Monumento Nacional el 19 de Agosto de 1914.